martes, 4 de febrero de 2014

Carlos Mata, Técnico Mecánico de Mantenimiento Industrial Sidor



Carlos Mata, Técnico Mecánico de Mantenimiento Industrial
“La solución está en los trabajadores y no
 en la burocracia que el gobierno ha creado”

Cristóbal Pierluissi H.
Jose Luis Alcocer
Ha estado presente en las luchas reivindicativas de sus compañeros trabajadores siderúrgicos, sobre manera en los últimos ocho  años. Su nombre descolló de manera protagónica como uno de los líderes del reciente paro en Sidor en la Gerencia de Barra y Alambrón,  en demanda de la interpretación correcta y cumplimiento de unas de las cláusulas económicas de la convención colectiva, como son la referida a Hoja de Cálculo y al pago correcto de las utilidades.
Hablamos de Carlos Mata, quien nos cuenta que ingresó a Sidor en el año 1988, oriundo de Carúpano,  con una pasantía por Güiria, Estado Sucre, llegó a tierras Guayanesas siendo un niño. Aquí culminó  parte de la etapa de educación primaria y la educación secundaria.
Testigo de excepción
“Ingresé a Sidor a través del convenio Sidor-Ince, realizando el curso  como Mecánico Industrial. Luego de culminar la capacitación, me envían a laborar en los trenes de laminación 500, 800 y 1.100. Un año más tarde, en 1989  se inicia el traumático  proceso de reconversión industrial, cuyo objetivo fue  orientar la viabilidad de la empresa en una economía global”, relata nuestro entrevistado.
Carlos Mata, fue testigo de excepción en ese proceso, al cual lo recuerda con mucha nostalgia porque en esos trenes convencionales dio sus primeros pasos en el mundo siderúrgico. El 4 de octubre de 1990 se realizó la última colada en el Horno N° 1 de la Acería Siemens-Martin. La producción histórica de esa acería llegó a 17.300.000 toneladas. Catorce días después cierran la Planta de Arrabio, luego de 29 años de funcionamiento.
-¿Qué alegaron?
-Las justificaciones fueron económicas y de inversión. En esa oportunidad se pasó de 18.500 trabajadores a 12.400 trabajadores, algunos fueron al programa de reinserción laboral, otros quedaron fuera de la empresa- recuerda el  matancero.

Mecánico por vocación

-¿Cuándo comenzaste a tener información de la Siderúrgica del Orinoco?
-Bueno, cuando yo llegué a Guayana, ya estaba un familiar mío que es ingeniero metalúrgico e hizo pasantias en Sidor, por lo tanto, ya tenía noticias de lo que ocurría en la siderúrgica.
-Con respecto a tu vocación profesional. ¿Cómo  abordaste ese tema?
-Siempre pensé desde pequeño que quería ser mecánico automotriz y terminé siendo mecánico de mantenimiento industrial, mi capacitación fue en el Ince, donde hice mi pasantía de año y medio como aprendiz Ince en los  trenes 500,  800 y 1.100, allí conocí al ingeniero Leopoldo Sanz en el departamento de Torneria. Luego como mecánico, he sido Mecánico Inicial, Intermedio, Superior, hasta el presente que soy Técnico Mecánico de Mantenimiento Industrial con todas las de la ley.
           
            La gran escuela

-¿Qué te dice eso de Sidor?
            -Sin dudas, lo que mucha gente sostiene, que esta planta ha sido y sigue siendo, aún con todas las dificultades y problemas que atraviesa, la gran escuela, la gran universidad  del trabajo. Aquí nos hemos formado varias generaciones de trabajadores, de sidoristas, que con orgullo proclamamos nuestra condición de ser integrantes de la nómina de esta empresa de todos los venezolanos.
-Después del cierre de los trenes 500, 800 y 1100, ¿a dónde te enviaron?
-Luego fui al tren de Barras y Alambrón, mucho más moderno porque esas plantas forman parte del complejo industrial del Plan IV que se construyó en la década de los setenta.

La cabilla, estratégica

-¿Cuáles productos fabrican en las plantas de Barras y Alambrón?
-Allí se fabrican las cabillas, un producto destinado a la construcción y que tienen una importancia estratégica para el gobierno nacional por ser uno de los insumos que más se utilizan en la gran misión vivienda.
“También  se producen en la planta de Alambrón, alambre en rollos destinado a la trefilación en frío en distintos diámetros para  la fabricación de clavos, alambres galvanizados, alambre para refuerzo estructural,  de púas  y otros”, añade.

-¿Cómo evalúas las tres fases de Sidor que te ha tocado vivir, primero como empresa del estado, luego privatizada y ahora de vuelta al estado?
-Yo hago ese enfoque desde el punto de vista laboral.
-¿Cómo es eso?
-Bueno, que patrón es patrón y el patrón sea privado o público siempre estará tratando de favorecerse  en contra de los beneficios y derechos de los trabajadores. Debo reconocer que en el tiempo en que Ternium gerenciaba Sidor se hicieron muchas mejoras tecnológicas y ahora vemos como la producción ha decaído.

            Que busque a los trabajadores…”

-Si tuvieras que darle un mensaje al Presidente de Sidor. ¿Qué le dirías?
-Al  General Sarmiento le diría que la clave para sacar a Sidor adelante está en los propios sidoristas, que se acerque a las bases, que converse con quienes sabemos como se bate el acero, puedo decir con toda responsabilidad que la solución está en los trabajadores y no en la burocracia que el mismo gobierno ha creado.

Así concluye nuestro diálogo con Carlos Mata, un venezolano convencido de la capacidad de los sidoristas para salir adelante.
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