El Dr.Argenis Gamboa al presentar el libro escrito por el Dr Jovito Martinez Guarda :"Argenis Gamboa, pionero siderurgico", estuvieron presentes los ex presidentes de Sidor , Ing. Alfredo Rivas Lairet, el Dr. Cesar Mendoza y el trabajador activo José Luis Alcocer.-
viernes, 31 de enero de 2014
Argenis Gamboa, habló de primera colada
Argenis Gamboa, al presentar
libro, habló de primera colada
”Puerto Ordaz no existía, más adelante
comenzaron a ejecutarse varios proyectos”
*Entre estos, “la construcción de las
empresas básicas y represas, lo cual permitió el desarrollo de la ciudad”.
*Después la primera colada de acero
“comenzaron los trabajos de producción de este material (…) por primera vez se
estaba utilizando mineral del cerro Bolívar en Venezuela (…) y luego se fundó
Guayana como ciudad”, explicó.
Cristóbal Pierluissi H.
Jose Luis Alcocer
Con motivo de los 50 años de la Primera Colada de acero, el
Ing. Argenis Gamboa, ex presidente de Sidor, estuvo en Ciudad Guayana para presentar el
libro “Argenis Gamboa: Pionero Siderúrgico Venezolano”, el cual es la historia
viva del desarrollo de las empresas de Guayana recopilada por Jóvito Martínez, economista,
hoy fallecido, quien también fue un pionero de la Industria Siderúrgica
en la región.
El técnico siderúrgico y también
economista, José Luís Alcocer, Coordinador de Unidad Matancera, quien estuvo en
el acto, recordó que fue un 9 de julio de 1962 cuando se realizó la primera
colada de acero en la Planta Siderúrgica del Orinoco, como también se le conoce
tradicionalmente a la empresa; citando las palabras del Presidente Rómulo Betancourt,
“estamos dando un paso importante hacia la independencia económica de Venezuela”.
Dijo Alcocer, que “el
acontecimiento es tan relevante en la historia de nuestra región, pues también
marcó el nacimiento de Puerto Ordaz y de la Corporación Venezolana
de Guayana”.
Este libro, fue bautizado el
pasado lunes 9 de julio del 2012, a las seis de la tarde en las instalaciones
de la librería Latina, ubicada en el Centro Comercial Orinokia. En el evento,
estuvieron presentes trabajadores de la industria siderúrgica, además de otras personalidades representativas de diversos
sectores sociales y profesionales de la región.
Entre otros asistentes, se
cuentan dos ex presidentes de Sidor ingenieros César Mendoza y Alfredo Rivas
Lairet, quienes también jugaron un rol importante en el desarrollo de la
empresa, además de los abogados Tello Benítez y Grecia Cabrices (ex sidoristas
también) y los trabajadores activos como Francisco Fermín (obrero y abogado) y
el propio José Luis Alcocer.
Es importante destacar que el
autor, Dr. Jóvito Martínez Guarda, falleció el año pasado, pero dejó un legado
en el mundo siderúrgico, además del aporte que significó haber dedicado toda su
vida al desarrollo industrial de Guayana donde ocupó importantes cargos en las
empresas básicas y también a nivel internacional como en el Instituto
Latinoamericano del Hierro y el Acero (ILAFA). Fueron 80 ejemplares que
trajeron para la ciudad, los cuales se exhiben y se venden en la librería Latina de Puerto Ordaz.
Hablar de Argenis Gamboa, es
hablar de la industria siderúrgica y del desarrollo de Guayana. Este
profesional oriundo del insular Estado Nueva Esparta, fue el primer Ingeniero Metalúrgico
de Venezuela, llegó a tierras Guayanesas en 1952 y como el mismo lo apuntó en
su intervención, ”Puerto Ordaz no
existía, más adelante comenzaron a ejecutarse varios proyectos, como la
construcción de las empresas básicas y represas, lo cual permitió el desarrollo
de la ciudad”.
Igualmente ilustró, que después
la primera colada de acero comenzaron los trabajos de producción de este
material, “por primera vez se estaba utilizando mineral del cerro Bolívar en
Venezuela- poco antes había empezado la explotación de ese cerro-, y luego se
fundó Guayana como ciudad”, destacó Gamboa.
Por su parte, el Ingeniero César
Mendoza, quien también fue Presidente de Sidor, expresó que lo interesante del
libro es “que cuenta los inicios de la industria siderúrgica venezolana, a
través de la vida del doctor Gamboa quien fue el primer ingeniero metalúrgico
que existió en el país”.
“El ingeniero Argenis Gamboa en
sus palabras de apertura durante la presentación del libro, agradeció la
presencia y apoyo de todas las personas que participaron en este evento, así
como los trabajadores actuales de Sidor, quienes también expresaron su admiración
por la trayectoria de los pioneros siderúrgicos recreadas en el libro
presentado, pues allí se cuenta toda la historia de lo ocurrido desde la
primera colada hasta la actualidad, 50 años después”, destacó Alcocer.
Calificó la presentación del
libro “Argenis Gamboa: Pionero Siderúrgico Venezolano”, como un acto emotivo en
el que los presentes coincidieron que Sidor saldrá adelante pese a las
dificultades políticas, de administración, de gerencia y de distorsión
ideológica.
Entrevista a Nelson Alcalá (VI)
Entrevista a Nelson Alcalá (VI)
Cristóbal Pierluissi
José Luis Alcocer
Nelson
Alcalá es un trabajador de Sidor con 25 años en la empresa, ingreso en el mes de Noviembre de
1988. Es natural de Anaco, Estado Anzoátegui y llego por estos lares en el año
1986, al igual que muchos venezolanos emigró desde su terruño en busca de nuevos
horizontes, de aires distintos a los que estaba acostumbrado en su terruño de
origen. Con muy poca ropa y con muchas esperanzas arribó a Ciudad Guayana, en
una época en que había mucho movimiento, Venalum había arrancado en el año
1978, la expansión y puesta en marcha del plan IV de Sidor estaba en pleno
apogeo, en 1979 la planta de Pellas arranco con un horno rotativo y se estaban
haciendo pruebas en la Planta de Cal, en 1983 arrancó la ampliación de Productos Planos.
Nos
cuenta Nelson Alcalá que ya su madre y un hermano estaban en Guayana, y una vez
instalado en la zona comenzó a buscar trabajo, se internó en ese monstruo que
significaba la zona industrial Matanzas, sus pasos lo llevaron a una empresa de
nombre Coralum que hacia trabajos en Venalum
Allí
estuvo año y medio y después de esa experiencia se acercó a Sidor. Nelson
recuerda que el Presidente del sindicato era Víctor Moreno, el Secretario de
Organización, Arquímedes Licett y el Secretario de Trabajos y Reclamos era José
Milazo. Las diligencias para conseguir
empleo las hizo a través del sindicato, recuerda que las pruebas se presentaban
los lunes en unas oficinas ubicadas en Castillito, en esa oportunidad le
dijeron, “no peles esta prueba, porque si te raspan tienes que esperar un año”,
lo cierto fue que Alcalá aprobó el examen y fue llamado por la empresa,
ingresando en Servicios Generales de la Planta de Productos Planos.
El
primer trabajo que realizo durante un año y algunos meses fue en la limpieza,
su primera herramienta fue una escoba. Nos relata Nelson que en esa oportunidad
ingresaron 10 muchachos y tuvieron que
despegar una sala llena de telarañas y luego los asignaron a barrer toda la
nave de Productos Planos. Posteriormente, después de año y medio fue asignado
como ayudante de línea en Operaciones de la Línea de Preparación de Bobinas, lo
cual significó un salto cualitativo en su desarrollo personal. Allí lo ayudó
mucho el Ingeniero Delfín Rodríguez. Luego paso a ser Técnico de Operaciones
titular con toda la experticia y la responsabilidad que el cargo ameritaba.
Después
de haber trabajado en Operaciones, Nelson Alcalá es transferido al área de
mantenimiento y entra como mecánico IV, donde tuvo que realizar los módulos
correspondientes a la carrera artesanal de mantenimiento, un pensum semejante
al de un Técnico Superior Universitario y allí Alcalá se consolida como Técnico
Mecánico Hidráulico, cargo que hoy desempeña con mucho orgullo en la
Superintendencia de Revestidos y Terminados.
LA
PRODUCCION ANTES DE LA PRIVATIZACION.-
Desde
su ingreso hasta el momento de la privatización Alcalá considera que la
producción era continua, no paraba, siempre había movimiento, el despacho de
material se notaba, en el caso de las líneas de estañado electrolítico, se
estañaba material y simultáneamente se cromaba en la otra línea de producción.
LUEGO
LA PRIVATIZACION.-
Alcalá
considera que el mensaje fue muy optimista en los días previos a la
privatización, se les decía que como iban a quedar menos trabajadores y se iba
a mejorar la producción, los beneficios serian mayores. Sin embargo no fue así
del todo, si bien es cierto que se mejoró la producción, particularmente, yo me
estanqué, mi calidad de vida se
paralizó, fueron diez años sobreviviendo, el sindicato no actúo como es debido
y perdimos beneficios.
DESPUES,
EL ESTADO NUEVAMENTE.-
Nelson
Alcalá evalúa esta nueva etapa, diciendo que ahora ganan más. Sin embargo tiene
temor porque Sidor no esta produciendo como siempre lo fue, ahora esta viendo
un cierto desorden, lo cual evita que la empresa sea sustentable, que produzca
para pagar su propia nomina y lo que se esta viendo es una dependencia del
petróleo y eso es grave porque ante un bajón de los precios el futuro será
incierto. Es importante recordar que Sidor en varias oportunidades le pagaba la
nómina a las empresas del aluminio.
Actualmente según Alcalá no se sabe cuanto cuesta
producir una tonelada de acero y en cuanto se vende, es muy poca la información
que los trabajadores manejan y ni siquiera se sabe cuantos clientes tenemos.
UNA
RECOMENDACIÓN AL PRESIDENTE DE SIDOR.-
Con
25 años a cuestas en el mundo siderúrgico, Nelson Alcalá, se atreve a hacerle
unas recomendaciones al Presidente de Sidor. Le recomienda que sincere la
nomina, lo dice porque no se cumplió lo que se planteó al principio que tenían
que entrar los trabajadores que estaban en contacto directo con la producción y
después comenzaron a verse personas que nunca habían estado en la empresa y
otra cosa es que esta haciendo falta mano de obra calificada y deben atender
ese aspecto y el cree que puede resolverse con los hijos de los sidoristas que
hay bastante profesionales sin empleo.
Así
dejamos a Nelson Alcalá, un sidorista que entro barriendo y hoy es un Técnico
Mecánico con una inmensa preparación teórica y practica en la industria
siderúrgica.
Juan Valor resteado con el proceso, pero a la vez crítico
Juan Valor resteado con el proceso,
pero a la vez crítico:
“Parece que
a la dirigencia sindical se le olvidó
que lo
primordial es la defensa de los trabajadores”
*Tiene 36 años de servicio en Sidor,
adonde ingresó a través del convenio de la empresa con el Ince el año 1976 en
un entrenamiento de 4 años.
*Considera que la situación actual de
la empresa “es bastante delicada porque no se le está exigiendo a los
trabajadores que cumplan con sus obligaciones y muchos sindicalistas no
orientan y no dicen que así como hay derechos, también hay deberes que
cumplir…”
*Al nuevo presidente de la empresa le
diría “que ponga orden, que le ponga freno a la corrupción enquistada en
Sidor”.
Cristóbal Pierluissi H. José Luis Alcocer
Juan valor es una suerte de símbolo de un sector
importante del movimiento de los trabajadores de Sidor, quien no oculta estar
resteado con el proceso que a su criterio es liderado por el pensamiento del
difunto Presidente Hugo Chávez. Si bien se confiesa como tal, ello no es óbice
para que asuma una actitud crítica
frente a algunas políticas y situaciones que vienen arrastrándose desde el pasado, pero que no tiene
justificación en el presente. Al contestar
a nuestro cuestionario sobre lo
que ha sido su trayectoria dentro de la Planta Siderúrgica, la situación de la
pionera de las empresas básicas, se atreve exigirle al presidente de la misma
que “ponga orden, que le ponga freno a
la corrupción enquistada en Sidor”.
De Icabarú a
la siderúrgica
--¿De qué región del país eres y que
tiempo tienes en Sidor?
-Soy de la Gran Sabana, nací
en Icabarú, antiguo Municipio Roscio, hoy en día Municipio Gran Sabana, nací en
octubre de 1959 y en Sidor tengo 36 años de servicio, yo ingresé a través del
convenio de la empresa con el Ince el año 1976, en un entrenamiento de 4 años,
en esa oportunidad me llamaba la atención trabajar en máquinas pesadas, en lo
que se refiere a Patrol, payloder y por
eso ingresé a capacitarme.
-Sin
embargo, el curso en el cual fui seleccionado fue de máquinas herramientas y
por eso me convierto en un operador de tornos, fresas y todas las máquinas de
un taller de fabricación, y para que veas esta es una profesión difícil en la
que uno no termina de aprender, todos los días tiene que avanzar, salen cosas
nuevas. A Sidor ingreso propiamente el año 1980, pero esos años de capacitación
también me los reconocen como años de servicio.
Lejos
estaba Juan Valor en medio de agrestes paisajes, en uno de los pueblos mineros
más antiguos de la región Guayana, que un buen día se enfrentaría a una máquina
tan compleja como un torno para contribuir con su esfuerzo y dedicación con el desarrollo del país en uno de los
centros siderúrgicos más importantes de Latinoamérica.
Sincerar nóminas.-
El
experimentado sidorista reflexiona y recuerda que ingresó a Sidor en Laminación
en Frío en el departamento de Tornería y Cilindros, luego fue transferido a
Taller Central, “en ese tiempo, el sindicato estaba intervenido, cuando se lo
intervinieron a Andrés Velásquez y habían aproximadamente 18.000 trabajadores,
el tránsito de personas por el portón 2 era impresionante, en esa época al
igual que ahora también se metía la política en estos ámbitos, también se veían
personas que no trabajaban en Sidor y cobran por la nómina, así como se dice ahora que presuntamente hay
personas privadas de libertad que cobran por Sidor que fue una de las cosas que
descubrió el General Presidente que recién se fue, Justo Noguera”.
-¿Cómo
evalúas la situación laboral actualmente?
-Es
bastante delicada, porque no se le está exigiendo a los trabajadores que
cumplan con sus obligaciones y muchos sindicalistas no orientan y no dicen que
así como hay derechos, también hay deberes que cumplir y por otra parte se nota
un desorden en la empresa en el ingreso de la gente, porque debe existir un
organigrama que le permita definir el personal que realmente necesita y de cual
profesión requiere porque después ingresa personas que no están capacitadas
para los cargos que necesita y se presenta el desequilibrio de exceso de
personal que no encuentra donde colocarlos. Por eso hoy vemos enquistados en
Sidor uno de los mayores focos de corrupción al tener más de dos mil
trabajadores que cobran sin trabajar y ese es un fenómeno que se está viendo no
solamente en Sidor, sino en el resto de las empresas de Guayana.
10 años de humillación
-¿Como
evalúas los 10 años de privatización en la empresa Sidor?
Juan
Valor no vacila y es muy vehemente al afirmar:
-Esa
fue la más aberrante humillación y explotación a que fuimos sometidos los
trabajadores venezolanos y lo lamentable es que contaron con el aval del
gobierno nacional, yo soy revolucionario, me identifico con el proceso que
lideriza el pensamiento del Presidente Chávez, pero no puedo callar lo que afectó
a miles de sidoristas, fíjate. ¿Cómo es posible que este señor Iván Hernández
que era representante del gobierno en la junta Directiva de Sidor cuando la
Trasnacional Ternium, ahora lo premien con cargos en Ferrominera y otras
empresas?
-
Allí hubo una violación inclusive de nuestra soberanía, porque en otro país
quien vaya tiene que acogerse a las leyes de esos países, aquí vinieron los
argentinos, brasileros, mejicanos y violaron las leyes , hicieron lo que les
dio la gana con 10.000 trabajadores que
estaban en el portón 4, yo tuve que ir a Caracas y me entrevisté con el
Vicepresidente Carrizales, con Müller Rojas, con el Ministro del Trabajo,
Roberto Hernández, para denunciar los atropellos y así fue que el presidente
Chávez tomó la decisión de nacionalizar Sidor .
Yo mismo tengo una medida cautelar de presentación cada 45 días, parece
que a la dirigencia sindical se le olvidó que lo primordial es la defensa de
los trabajadores.
Coto a la corrupción.-
La
condición de “revolucionario comprometido con el proceso”, como el mismo se
define, no le resta independencia a Valor para cuestionar situaciones para él
inaceptables en la Planta, sobre todo lo que tiene que ver con la parte ética, c se deja ver ante nuestra
pregunta final.
-Si
tuvieras que hacerle una recomendación al Presidente de Sidor. ¿qué le dirías?
-Que
ponga orden, que le ponga freno a la corrupción enquistada en Sidor.
Así
dejamos a Juan Valor, un trabajador de 36 años de servicio en la Planta
Siderúrgica, Sidor.
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Félix Pérez, trabajador siderúrgico (IV)
Félix Pérez, trabajador
siderúrgico (IV)
“Sidor se va a recuperar”
*En lo que respecta a los
trabajadores, nuestra parte está garantizada, esperamos por la voluntad del
gobierno.
*Exigimos que el pago de nuestras
acciones Clase B sea igual como se las pagaron a los argentinos, porque esas
acciones no son chapas de refresco, sino fruto de nuestro trabajo y nuestro
ahorro familiar - asienta enfático Félix Pérez.
Cristóbal
Pierluissi H.
José Luis Alcocer
En reiteradas oportunidades,
se ha dicho, y con sobrado fundamento, que “Sidor es una escuela”, que es “una universidad”. Pero si bien se trata de
una afirmación con respaldo en la trayectoria de más de 50 años de nuestra principal
y primera siderúrgica nacional, esto cobra más fuerza y veracidad, cuando
proviene de uno de sus protagonistas, con 34 años de servicio, como es el caso
de Félix Pérez, quien hoy, en vísperas de cumplirse (mañana 9 de julio) del 51
Aniversario de la primera colada de acero, instituido como el Día Nacional del
Trabajador Siderúrgico.
El ingreso a Sidor
-¿De qué parte del país es y qué tiempo tiene en
Sidor?
-Soy de Puerto La Cruz,
Estado Anzoátegui y tengo 34 años laborando en nuestra querida planta siderúrgica
–responde el experimentado sidorista.
-Antes de ingresar a Sidor, ¿Qué referencias tenía
de la empresa y de la región Guayana?
-Yo me vine a los 5 años
de edad a Ciudad Guayana y por lo tanto ya tenía conciencia de la existencia de
Sidor y sabía lo que estaba ocurriendo, ingresé al INCE en los cursos que allí
se daban específicamente en la especialidad de soldadura.
“Sidor es una gran escuela”
-Eso significa que cuando ingresó a la empresa
tenía una capacitación previa. ¿Cómo fue eso?
-Estaba cursando el
bachillerato y me enteré que estaban dando unos cursos en el Ince en Convenio
con Sidor y había la oportunidad de ingresar como artesano, busqué la
información, presenté la prueba de admisión y comencé con el curso.
“Aquí se aprende o aprende”
-¿En qué año hizo el curso en el Ince?
Félix hace memoria y
responde con un dejo de nostalgia por sus años de mozo: “En 1979 ingresé al
Ince, eran unos cursos muy buenos, allí aprendí el arte que hoy desempeño”.
-Después que culminó tu capacitación e ingresara a
Sidor, ¿Cuál fue su primer cargo y en que gerencia trabajó?
-Mi primer cargo fue de
Soldador Inicial y comencé a trabajar en la Gerencia de Taller Central, en
mantenimiento. Hice todo el recorrido de los planes de carrera como soldador y
actualmente trabajo en el Taller Zonal de Planos en Frío como Técnico de
Metales, para eso tuve que hacer unos cuantos cursos, como treinta para lograr la clasificación superior. Sidor
es una gran escuela, yo diría que la mejor Universidad del país. Aquí se
aprende o se aprende, no queda de otra –expresa de manera determinante.
-¿Cómo eran las relaciones con los compañeros de
trabajo y cuáles eran las áreas que atendían?
-Las relaciones con los
compañeros de trabajo era de mucha solidaridad, el ambiente de trabajo era
bastante fuerte y eso quizás aumentaba ese compañerismo. Las áreas que
atendíamos eran toda la planta, las acerías, planta de arrabio, planta de cal,
HyL I-II, planta de pellas. Sí, sí, toda la planta. Las plantas del plan IV estaban en proceso de arranque.
-¿A quiénes recuerda de los compañeros de trabajo
que se iniciaron con usted?
-Recuerdo a Héctor
Marcano, Brazón que todavía está en Sidor, Juan Valor y Nerio Fuentes que
también están en Sidor y han tenido trayectoria sindical en la planta.
Normas de seguridad
-¿Cómo veía la actuación del sindicato en ese
tiempo?
-En ese tiempo la lucha
con la empresa era más frontal, la dirigencia sindical era combativa, daba la
pelea, siempre buscando el beneficio social y económico para el trabajador.
-Con respecto a las normas de seguridad, ¿Qué nos
puede decir?
-Bueno, imagínate, en ese
tiempo las normas de seguridad eran muy pocas las que se aplicaban, prevalecía
más el sentido común que una normativa laboral, eso fue evolucionando con el
tiempo, la lucha de los propios trabajadores para protegerse influyó mucho, el
ambiente en la siderúrgica siempre ha sido fuerte y en esa época mucho más
porque la tecnología no contemplaba algunas protecciones como las que hay hoy
en día, por ejemplo las cabinas antisónicas, la protección de mascarillas y
demás Equipos de Protección Personal como los protectores auditivos.
“Tampoco teníamos
uniformes, se utilizaban bragas y muchas veces las bragas teníamos que
cambiarlas constantemente. Por lo menos hoy hasta delegados de prevención se
eligen, que es una figura de mucha importancia y de peso en la planta y en
cualquier empresa de envergadura, y hay
un seguimiento más técnico a las condiciones inseguras y los actos inseguros y
además tenemos leyes como la Lopcymat (Ley Orgánica de Protección Condiciones y
Medio Ambiente en el Trabajo) que sirven
de referencia para proteger al trabajador”, afirma.
“Privatización con cambio”
-Cuando la empresa es privatizada. ¿Cómo sintió ese
cambio, como fue la actuación de los argentinos?
-Bueno, realmente si hubo
un cambio, pero como uno viene es a trabajar y a cumplir con las normas, yo
continúe haciendo mi trabajo como siempre, con mucho entusiasmo. Sin embargo,
aun cuando aumentamos la producción y los precios del acero mejoraron, los
trabajadores comenzamos a sentirnos mal porque veíamos que nuestros esfuerzos
no eran compensados, los nuevos patronos no actuaron en correspondencia con los
trabajadores y por eso paso lo que pasó.
“Menos
mal, que antes de privatizar a la planta se consiguió esa ley especial que
permitió la participación de los trabajadores como accionistas (Clase B) con el
20 por ciento del capital social de la empresa, que nos permitía recibir ´periódicamente
dividendos, pero como socios, según el Código de Comercio, que ahora nos
adeudan y no han vuelto a cancelar, en este caso por el Estado socio
mayoritario, así como tampoco se define
la suerte y el precio de nuestras acciones, que exigimos sea igual como se las
pagaron a los argentinos, porque esas acciones no son chapas de refresco, sino
fruto de nuestro trabajo y nuestro ahorro familiar”, asienta enfático Félix
Pérez.
“Soy optimista”
-Ahora bien, nuevamente Sidor pasó a manos del
estado. ¿Por qué cree que ha bajado la producción?
-Mira, los argentinos
invirtieron en muchas cosas y en algunas áreas, pero también le sacaron el
juguito a los equipos y cuando se fueron eso quedó allí, latente, y ahora
necesitamos que se hagan inversiones en las máquinas, en la compra de insumos y
herramientas, en eso que los trabajadores y los técnicos llamamos adecuación
tecnológica, que es un planteamiento de los compañeros trabajadores en el resto
de las empresas básicas de Guayana; se están haciendo algunas inversiones pero
no han sido suficientes. Sin embargo yo soy optimista, Sidor se va a recuperar.
En lo que respecta a los trabajadores, nuestra parte está garantizada,
esperamos por la voluntad del gobierno.
“Mantener el empuje”
-Si tuviera que hacerle una sugerencia al nuevo
Presidente de la empresa. ¿Qué le diría?
-Le diría que mantenga el
empuje que ha demostrado, que no decaiga, Sidor necesita de alguien que ponga
orden y se preocupe por impulsar las inversiones y por atender los reclamos de
los trabajadores, allí tenemos el contrato colectivo y el pago de los pasivos
laborales.
-Una reflexión final…
-A mis compañeros les
digo, el país espera por nosotros, no podemos fallarle, tenemos que echar pálante.
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jueves, 30 de enero de 2014
Pedro Carpintero, técnico de Acería de Planchones de SIDOR
Pedro Carpintero, técnico de
Acería de Planchones
“Yo abogo por que se rescate el respeto
entre los trabajadores y el del patrono”
“Se ha perdido un
poco la disciplina que siempre habíamos mantenido, lo mandos medios se sienten
atemorizados porque hay grupos sindicales que arremeten en contra de los
supervisores y como cuentan con el aval del gobierno, se saltan los canales
regulares y toman justicia por sus propias manos y eso ha influido en el ánimo
de la gente”, asienta.
“En cuanto a la
producción ha venido decayendo, estamos
a menos de un 50% de la capacidad instalada y eso es algo que queremos
impulsar…”, sostiene el técnico sidorista.
Cristóbal Pierluissi H.
José Luis Alcocer
Pedro Carpintero es un trabajador que pudiéramos ubicar dentro de esa
generación intermedia de sidoristas. Tiene 28 años en la Planta Siderúrgica del
Orinoco, desde que un día, como muchos sucrenses y orientales en general lo
hicieron desde los inicios de la empresa, decidió emigrar de su natal Cumanacoa, la
tierra del cacao, la caña de azúcar y el estribillo, “buscando nuevos aires y
horizontes”, como el mismo lo afirma.
Sin dejar de cumplir
cabalmente como desde el primer día con sus obligaciones laborales, quien se
desempeña como Técnico de Manejo en la Acería de Planchones, también forma
parte de esos nuevos cuadros del sindicalismo matancero. Se confiesa cristiano militante
y no olvida de quienes le ayudaron a entrar hace 28 años a la planta.
Pedro
Carpintero se convierte en nuestro tercer entrevistado como parte de la serie
“La historia de SIDOR contada por sus protagonistas”. Al responder a nuestro
cuestionario, cuenta de cómo se cumple su sueño de pasar de pintor a operar una
computadora. Pasa revista a las distintas etapas de la empresa y habla, con ese
humor típico de los orientales, de “duros tiempos” (cuando los argentinos), en
que a los sidoristas los llamaban los 4X4. “Trabajamos y trabajábamos y siempre
sacábamos cuatro mil bolívares, en vacaciones, en utilidades, en prestaciones,
en todo, donde percibíamos un poco más era cuando cobrábamos las acciones clase
B que fue una de las cosas positivas que teníamos”.
Atribuye, entre otras razones, la
caída de producción, a falta de insumos, repuestos y herramientas. “La
información que tenemos es que no hay presupuesto”. Y como trabajador y pastor
evangélico que es, le dice a las nuevas generaciones de sidoristas que “sean responsables, que
cumplan con su trabajo, el que cumple con su trabajo cumple con Dios, con su
familia, con el país”.
Sueño hecho realidad
-¿Qué tiempo tienes en Sidor y donde
laboras?
-Tengo 28 años de
servicios y laboro en la Aceria de Planchones donde me desempeño como Técnico
de Manejo.
-¿De qué parte del país eres?
-Yo vengo de Cumanacoa,
en un pueblito que se llama La Pragua,
Estado Sucre, allí transcurrió mi infancia, vengo de una familia humilde
de campesinos orientales y por cuestiones de fuentes de trabajo y buscando
nuevos aires y nuevos horizontes me trasladé a Ciudad Guayana donde después de
muchas diligencias conseguí enrolarme como trabajador de Sidor.
-Cuando estabas en el Estado Sucre. ¿Qué
información tenias de Sidor, cuál era tu expectativa, que referencia tenías de
la zona del hierro?
Pedro piensa, mientras se
pasa la mano por su frente, como sintiendo nostalgia de su terruño y añorando
las vituallas y los sancochos de corocoro.
-Bueno, allá en Sucre había
pocas plazas de trabajo, salvo algunos chances en la construcción, allá me
llegaba información de un hermano que ya estaba trabajado en el muelle de Sidor
y un buen día tomé la decisión de venir a Guayana pensando que podría pasar
unos cinco años por estas tierras. Pasé aproximadamente un año y medio buscando
trabajo y gracias a Dios pude ingresar a la siderúrgica, recuerdo que en empleo
estaba el señor Alfonso Puertas, quien es paisano de Cumanacoa, nos conocimos y
me ayudó mucho y hoy ya tengo 28 años y vine solo por cinco años.
-¿Cuál fue tu primer cargo en Sidor y como ha sido
el desarrollo de tu carrera en la planta?
-Bueno, mi primer cargo
fue de obrero y después me clasificaron a pintor y siendo pintor yo veía a un
compañero sentado frente a una computadora y le decía a Dios, porque soy
cristiano, soy creyente, yo le decía, mi Dios yo también quiero sentarme frente
a esa computadora, pero no quería que a mi compañero lo despidieran o que le
hicieran algo malo y yo le oraba mucho al Señor y vea como son las cosas, un
supervisor metió la renuncia y al compañero que manejaba la computadora lo
ascendieron al cargo y a mí, que era un obrero, me llamaron a ocupar el cargo
que tenia el compañero frente a la computadora.
Responsabilidad y disciplina
-¿Qué crees tú que prevaleció para que te
designaran para el cargo nuevo...?
-Mira para mi fue una
sorpresa, porque había mucha gente con más tiempo y más experiencia, creo que lo fundamental fue la ayuda de Dios,
pero también porque yo era muy responsable, llegaba temprano a mi trabajo, no
faltaba, yo estaba en el sitio de trabajo a las 7:00 AM, a las 3: PM y a las
11: PM (las horas de inicio de los turnos en Sidor), por eso siempre digo que
la responsabilidad es muy importante en la vida.
-En ese tiempo Sidor era administrada por el Estado. ¿Cómo percibes esa
primera etapa que Sidor era gerenciada por el gobierno nacional? ¿Cómo era el
comportamiento de la gente, de los supervisores, de los gerentes?
-Oye, había mucha
disciplina, había respeto entre los compañeros de trabajo, con los
supervisores, los jefes de sector, los trabajadores siempre fuimos cumplidores,
los permisos los solicitábamos con anticipación, tratábamos de cumplir con las
normas. Los resultados era que en los patios se veía la producción y eso que
éramos como 20.000 trabajadores, se veían los apilamientos, de planchones, de
palanquillas, de cabillas, incluso yo tenía que moverme a cubrir algunas
emergencias por la necesidad de hacer los despachos y hasta horas extras teníamos
que hacer porque había mucha producción.
La llegada de los argentinos
-Después que llegaron los argentinos. ¿Cómo fue la
conducta de los trabajadores, cómo fue el comportamiento desde el punto de
vista de la producción y de la responsabilidad como trabajadores?
-Con los argentinos hubo
muchos enfrentamientos y ellos eran muy exigentes en cuanto a las fallas
técnicas que pudieran ocurrir, cuando ocurría una falla el personal daba una
explicación para así tomar los correctivos y procurar que no volviera a repetirse.
Ahora bien, los trabajadores continuamos con nuestra disciplina y continuamos
cumpliendo con nuestra responsabilidad aun cuando las exigencias eran cada vez
mayores. Los argentinos siempre estaban empeñados en reducir los tiempos de
trabajo y cuando no se cumplía en el tiempo teníamos que dar explicaciones.
Los 4x4
-Con respecto a la actitud de los nuevos patronos,
en esa oportunidad. ¿Cómo fue su comportamiento? Me refiero al cumplimiento del
contrato colectivo y de los beneficios de los trabajadores.
-Ah bueno, allí si es
verdad que eran duros, en ese tiempo nos llamaban los 4X4, trabajamos y
trabajábamos y siempre sacábamos cuatro mil bolívares, en vacaciones, en
utilidades, en prestaciones, en todo, donde percibíamos un poco más, era cuando
cobrábamos las acciones clase B que fue una de las cosas positivas que
teníamos.
-Por eso vino el
conflicto en la discusión del contrato colectivo en el 2008, los argentinos no
aceptaron las peticiones de los trabajadores y es cuando el gobierno decide
nacionalizar, y después los argentinos ofrecieron más de lo que solicitábamos,
pero era demasiado tarde.
La reestatización
-Después que el Estado asume nuevamente la
conducción de la empresa bajo la consigna de “ahora los trabajadores vamos a
gobernar”, ¿cómo consideras que se está desarrollando la situación en la
Siderúrgica, particularmente en dos aspectos, la disciplina y la producción?
-Bueno, allí hay una
falla, porque se ha perdido un poco la disciplina que siempre habíamos
mantenido, lo mandos medios se sienten atemorizados porque hay grupos
sindicales que arremeten en contra de los supervisores y como cuentan con el
aval del gobierno, se saltan los canales regulares y toman justicia por sus
propias manos y eso ha influido en el ánimo de la gente.
Carpintero es
determinante en cuanto a este aspecto de las relaciones laborales y a
continuación expresa:
“Yo abogo por que se rescate el respeto entre
los trabajadores, que si los trabajadores cumplimos se nos respete y si hay
alguna falta por cualquier lado, por el patrono o por quien sea, allí están las
leyes”.
-En cuanto a la
producción –completa su respuesta- ha venido
decayendo, estamos a menos de un 50% de la capacidad instalada y eso es algo
que queremos impulsar porque el objetivo de toda empresa es producir para poder
subsistir, lo que exigimos los sidoristas es que sea en las mejores condiciones
laborales.
-¿A qué atribuyes la baja en la producción?
-Eso es sencillo y esta a
la vista, falta de insumos, repuestos y herramientas, la información que
tenemos es que no hay presupuesto.
Cumplir con Dios
Un consejo a las nuevas generaciones…
-Yo como pastor
evangélico y como trabajador les digo que sean responsables, que cumplan con su
trabajo, el que cumple con su trabajo cumple con Dios, con su familia, con el país.
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ENTREVISTA A BLAS MARTINEZ, TRABAJADOR DE SIDOR.- (II)
Especial
Cristobal Pierluissi
José Luis Alcocer
Blas Martinez se
desempeña como chofer expedidor en el Taller Zonal del Laminador en Caliente de
Sidor. 33 años en la empresa.
¿De que parte del país eres?
Yo soy guayanés, de Guasipati. A
los 17 años me vine a San Félix, buscando la vida como decimos en mí pueblo,
después me mude a Puerto Ordaz y hoy estoy aquí, con 33 años trabajando en
Sidor.
Blas, ¿Cómo tú percibías a Sidor antes de trabajar en esta empresa?
¿Qué expectativas tenias al respecto?
Nuestro entrevistado, piensa y rememora años atrás cuando quizás en la
tranquilidad de su hogar o en alguna calle de San Félix pensaba en un futuro
con calidad de vida y con un país de oportunidades.
Antes de trabajar en Sidor, yo
escuchaba a la gente decir que trabajar en Sidor era muy duro, aquí se reporto
un hermano mío después otros tres mas, habíamos cuatro hermanos trabajando, de
los cuales quedo yo solamente, por eso puedo decir que trabajé en la Sidor
antes, Sidor después y Sidor ahora. En la Sidor antes cuando yo entré habían
20.000 trabajadores y como que habían menos problemas o era que se resolvían
con mas rapidez y discutían todos los
contratos colectivos. Después privatizaron la empresa y quedamos cinco mil
cuatrocientos trabajadores.
¿Cómo evalúas el desempeño de la empresa, de sus trabajadores en la Sidor privatizada, respecto a la Sidor
cuando la manejaba el estado en su primera etapa?
En la primera etapa de Sidor
cuando era el gobierno que la administraba, aquí la orden era producir y
producir y se mantenía la disciplina y el trabajador como que era mas
responsable, no se veían esas fulanas comisiones de servicio como se ven ahora.
Yo llegue por primera vez a
Sidor aquí mismo en el Laminador en caliente y siempre he estado aquí, en ese tiempo cuando decían vamos a barrer,
todos barríamos, si decían vamos a pintar, todos pintábamos. Recuerdo que había
enfrentamientos del sindicato con los supervisores y gerentes, pero se llegaban
a acuerdos o se tomaban las medidas del caso. Lo cierto es que el sindicato
logro ganarse el respeto y los trabajadores respaldábamos a los dirigentes y
también en el área de trabajo cumplíamos con nuestras obligaciones. Con la
Sidor privatizada los trabajadores continuamos con nuestra misma mística y con
nuestro afán de producir, nosotros siempre hemos mantenido que estamos en la
siderúrgica para producir en las mejores condiciones, procurando que no nos
afecte nuestra salud y al mismo tiempo exigimos que se nos pague los justo, ni
medio mas , pero tampoco de menos y eso fue lo que paso con los argentinos,
abusaron de nuestra nobleza, nos cansamos de romper récords de producción y
nunca vimos esos resultados reflejados en los bolsillos, por eso apoyamos que
el estado recuperara la empresa.
Y
actualmente cuando Sidor vuelve a manos del Estado. ¿Cómo es el desempeño de
los trabajadores y de la Gerencia de la empresa?
Actualmente tenemos muchos
problemas, se ha perdido la disciplina y yo creo que eso proviene de la falta
de Gerencia, hay normas básicas que se tienen que cumplir, pero aquí parece que
hay personas que se les permite hacer lo que les da la gana solamente porque
pertenecen a un partido político. Es lamentable que no haya implementos de
seguridad, que falten herramientas y eso no depende de los trabajadores,
depende de quienes manejan la empresa. Y mira, yo le hago un llamado a los
trabajadores, a los entes, a los jefes que tenemos que volver a la disciplina
porque una empresa sin disciplina es como un barco a la deriva y lo que produce
es problemas y así no vamos a tener nada, ni empresa ni nada y esto afecta a
nuestras familias, a todo el mundo.
¿Cómo impactó en los
trabajadores el cambio que significo la privatización?
Cuando se realizo el cambio de
patrono y vinieron los argentinos la cosa fue dura, todo el mundo sabe que
tuvimos choques fuertes y sin embargo continuamos con nuestro ritmo,
producíamos y producíamos, y esto nos llevo a muchos paros y a dos huelgas
importantes, una en el 2001 que duro 21 días y después otra en el 2004 de 23
días y eso porque las relaciones con los argentinos eran muy malas, porque
nosotros cumplíamos con las metas, pero los argentinos eran mezquinos y no nos
reconocían nuestros esfuerzos. Por eso le doy gracias a Dios que nacionalizamos
la empresa nuevamente y eso fue en Abril del 2008 cuando el comandante
Presidente nacionalizo nuevamente a Sidor y dijo que se las jugaba con los
trabajadores y sin embargo no ha sido así porque nosotros pensábamos que los
trabajadores íbamos a dirigir la empresa
pero no ha sido así, esto lo que se ha convertido es en una pelea de grupos por
el poder, por lo cargos y usted ve que todos los días protestan a un gerente,
que si el Presidente no sirve y así no se resuelven las cosas.
En cuanto a la dirección de la empresa desde el punto de vista
gerencial y la repuesta que debe dar la alta Gerencia. ¿Cómo funciona eso?
Mira, ahorita los problemas son
tan graves, que no hay ni siquiera papel higiénico, no hay implemento de
seguridad, no hay repuestos, se paralizan las líneas de producción por falta de
insumos, lo que uno ve es que la Junta directiva no se preocupa por lo que
ocurre en las áreas de producción. Date cuenta que últimamente lo que se hace
es remendar las cosas, los trabajadores somos muy creativos y a veces ponemos a
funcionar los equipos con puro ingenio porque no hay repuestos y tenemos que
reciclar o inventar, y lo mas grave que uno no encuentra a quien acudir, a
quien reclamar o a quien hacerle una
exigencia, primera vez que yo veo esto en Sidor, que uno no sepa quienes son
los de la junta Directiva, igual que los directores laborales que uno no sabe
que hacen.
Si tuvieras que recomendarle algo al presidente de Sidor para mejorar
el desempeño de la empresa. ¿Qué le dirías?
Bueno yo, a ese General Justo
Noguera Presidente de Sidor yo le daría
un voto de confianza, porque no estoy de
acuerdo en eso de que todos los días se protesta y se pide la renuncia de quien
este allí, lo que si le diría es que tome en cuenta a los que saben de
producción, de mantenimiento y de laminación que los hay bastante aquí y que
elimine lo que se viene aplicando que es lo del amiguismo.
Un consejo a las nuevas generaciones...
El consejo que les doy todos los
días a los muchachos es que trabajen y cuiden la empresa, que se preparen, que
estudien, que si no tenemos empresa no tenemos nada.
Así nos despedimos de Blas
Martínez, un trabajador siderúrgico de 33 años de antigüedad, quien también fue
delegado sindical durante 4 periodos y que el mismo se califica como de invicto
porque nunca fue derrotado y actualmente es miembro de la Comisión Contralora
de Sutiss.
miércoles, 29 de enero de 2014
Luís
Farreras: “Todo lo que tengo se lo debo
a Dios que me permitió trabajar en Sidor”
“Sidor es una
gran Universidad, el que ha trabajado en ella
puede trabajar en cualquier parte del mundo”,
expresa el bolivarense con 38 años en la siderúrgica
Cristóbal Pierluissi H.
José Luis Alcocer
El “Maestro Farreras”, como cariñosamente le
llaman sus compañeros de trabajo, a lo largo de 38 años de servicios en la Planta Siderúrgica
del Orinoco “Alfredo Maneiro”, quien hoy aguarda por su merecida jubilación, relata lo que fueron sus inicios en la
industria, lo que ha sido toda una vida, el logro de trabajar en la empresa más
grande de la región y una de las más grandes del país…Ese antes como empresa
del Estado, luego la etapa de la privatización, en manos de la transnacional
Ternium y finalmente, ahora en los
últimos años, nuevamente en manos del Estado Venezolano.
Se revela en Don
Luís Farreras, su identidad con la empresa que le abrió las puertas en 1974 y a partir de entonces lo capacitó para el
trabajo de ejecución, hasta llegar a funciones supervisorias en la Superintendencia de Servicios Generales, y que con respeto y afecto sus
compañeros le llamen cariñosamente como el Maestro Farreras.
Este es el primer
diálogo, con un sidorista, es fruto de una propuesta del trabajador y
dirigente siderúrgico, el también economista y profesor universitario, José
Luís Alcocer, con miras a recoger esas vivencias e historia de la pionera de la
industria el acero en Venezuela, contada por sus protagonistas, entre quienes,
sin duda alguna, también se cuentan él y los demás integrantes del equipo de
Unidad Matancera...
Ingreso y
trayectoria en Sidor.-
-¿Cuál es su región de Origen?
-Nací
en Ciudad Bolívar, mi infancia transcurrió entre la Avenida República
y la populosa Barriada de La Sabanita.
-¿Antes de
ingresar a Sidor, como veía usted la empresa, que opinión se había formado
desde fuera?
-Que
era la empresa más grande de la región y generaba muchos puestos de trabajo, por eso me fijé como una
meta trabajar en Sidor, era como un prestigio trabajar en la Siderúrgica , siempre
me imaginé los procesos complejos y de peligro dentro de la planta.
El
maestro Farreras, como cariñosamente lo llaman muchos compañeros, rememora y
manifiesta con mucho orgullo como fueron sus primeras diligencias en la
búsqueda de la información para ingresar a trabajar.
Cuenta
como fue el examen de admisión y su tiempo de aprendiz, y la etapa en el INCE
de la ciudad de Cumanà donde lo envió la empresa junto a otro grupo de jóvenes
emprendedores, ávidos de conocimientos para formarse en el área de
refrigeración y aire acondicionado. “Eso fue en el año 1975” , recuerda Don Luis, era
la época del “pleno empleo y de la gran Venezuela”.
“Yo
había ingresado a Sidor un 15 de Enero de 1974, me inicié en el departamento de
refrigeración y aire acondicionado dependiente de la Superintendencia
de Servicios Generales. Siempre he trabajado allí. Sin embargo, me jacto de conocer
toda la planta porque nosotros atendemos requerimientos del más mínimo hueco de
Sidor”, puntualiza Farreras.
-¿Cuáles
han sido sus cargos en sus años de servicio?
-Yo me inicié como
aprendiz, luego me incorporé a los planes de carrera que adelantaba la empresa
y pasé al cargo de Mecánico Inicial, luego Mecánico Intermedio, Mecánico
Superior, Mecánico Mayor. Después de todos estos cargos, que se pueden
considera de ejecución, pasé a Especialista de Instalación, el cual es un cargo
con características mucho más técnico, de estudio y de investigación, y
finalmente como Supervisor. Como puedes ver, toda una carrera de formación, de
aprendizaje, fueron muchos los cursos a los que asistí, en Sidor siempre hubo
preocupación por la preparación y formación del personal.
Trabajo
de calidad.-
-¿Cómo
considera Ud. que se manejaba la empresa antes de la privatización, me refiero
al nivel gerencial y supervisorio por
una parte y al compromiso de los trabajadores por otra?
-Antes de la
privatización había mucha disciplina, aún cuando la empresa la manejaba el
estado, los niveles jerárquicos mantenían un respeto entre si, cuando había un
desliz por parte de los supervisores enseguida acudíamos al sindicato, fueron
muchos los enfrentamientos que nos tocó vivir, sin embargo las cosas se
resolvían.
-¿Y el
sindicato se preocupaba, actuaba?
-Si, por lo
general siempre era así. Los Matanceros siempre listos, como los boy scout
(risas)
-Y el
trabajador se hacía respetar…
-Evidentemente. Y
el patrono respetaba.
. -¿Qué tal en
cuanto a la mística y la calidad en el trabajo realizado, entonces?
-Entonces, para
los trabajadores era como un código de honor que los trabajos que realizábamos
fueran de calidad, logramos desarrollar un conocimiento excepcional, Sidor es
una gran Universidad, el que ha trabajado en Sidor puede trabajar en cualquier
parte del mundo, los gerentes y técnicos de las empresas del aluminio salieron
de Sidor.
Lamentablemente,
dependíamos de decisiones del gobierno, que algunas veces se ejecutaban y otras
no, me refiero a las inversiones y adecuaciones tecnológicas y eso nos llevó a
disminuir la capacidad de producción.
-Alguna
anécdota o vivencia que Ud. recuerde en el tiempo que tiene trabajando en
Sidor.
-Son muchas
vivencias, pero hay una que me dejó marcado, porque lo sentí en carne propia y
fue cuando estábamos discutiendo la Convención Colectiva
el año 2008, teníamos 17 meses y la Trasnacional Ternium
se mostraba prepotente, guapa y apoyada, por eso decidimos salir a la calle a
protestar, y el 14 de marzo del 2008 fuimos apaleados por la Guardia Nacional
y por la policía del Estado Bolívar, de esa memorable jornada todavía 53
compañeros trabajadores tienen un juicio abierto, destruyeron 57 carros de los
sidoristas y nadie respondió por eso.
-Igualmente,
recuerdo los primeros comedores en Sidor, eran los comedores de nutrición, eso
era casi un espectáculo, no muy bueno, pero nos sirve para evaluar los avances
que hemos tenido, porque en ese tiempo usábamos los vasitos de café partidos por
la mitad para tomar la sopa y tampoco había cubiertos.
Innegable, con
Ternium
aumentó
la producción
-Cuando llegaron
los argentinos, se nos dijo que la cosa no estaba muy buena porque tenían que
hacer inversiones y los precios del acero estaban bajos. Se nos pidió hacer
sacrificios y nosotros asumimos el reto. Sin embargo, la empresa no recompensó
ese esfuerzo, no nos reconoció con beneficios todo lo que hicimos, los salarios
eran bajísimos y esto nos llevó a realizar exigencias para mejorar nuestra
calidad de vida, muchos profesionales jóvenes que ingresaban no tenían
posibilidad de comprar una casa y eso era inaceptable en una empresa de la
envergadura de Sidor.
-Se dieron cambios
importantes, de las cosas positivas fue que se capacitó la gente y se hicieron
las adecuaciones tecnológicas de muchos equipos, se le dio importancia a la repuesta
rápida de suministro de repuestos y se reorganizaron los departamentos para
hacerlos más fluidos. Sin embargo, también aprovecharon esta reorganización
para aumentar la carga de trabajo a la gente y eso fue motivo de muchos conflictos.
-En definitiva,
ocurrió algo innegable, se aumento la producción.
Desorden y
politización.-
-En
esta nueva etapa cuando Sidor vuelve a manos del Estado Venezolano. ¿Cómo lo
evalúa desde su punto de vista como trabajador y también respecto al funcionamiento
de la empresa?
-Después de la
vuelta de la empresa a manos del estado, avanzamos desde el punto de vista
social, se mejoraron los salarios. Sin embargo hemos tenido un retroceso en
otros aspectos, ha comenzado a fallar el HCM, la cláusula escolar, los equipos
se están deteriorando por falta de inversión, no hay repuestos ni insumos, la
producción se ha venido a menos porque hay muchas deudas con los proveedores y
lo que vemos es un desorden administrativo, se ha partidizado mucho la gestión gerencial.
Y todavía esperamos porque se discuta y apruebe nuestra nueva convención
colectiva de trabajo que está vencida desde hace tiempo…
-En los últimos
años la gestión a nivel de la dirección de la empresa ha sido muy mala, el
gobierno envió gente que no conoce el
mundo siderúrgico y por supuesto las decisiones no han sido las más acertadas y
lo más grave es que se le ha dado más importancia a lo político que a lo
técnico y a la producción.
-Que se preparen,
que estudien, que se identifiquen más con la empresa, que usen la política para
cosas creativas y positivas, por ejemplo deben rechazar aquellos que están en
comisión de servicio, es decir, cobran sin trabajar sin ningún beneficio para
los trabajadores.
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