viernes, 31 de enero de 2014

Ex- presidentes de Sidor

El Dr.Argenis Gamboa al presentar el libro escrito por el Dr Jovito Martinez Guarda :"Argenis Gamboa, pionero siderurgico", estuvieron presentes  los ex presidentes de Sidor , Ing. Alfredo Rivas Lairet,  el Dr. Cesar Mendoza y el trabajador activo José Luis Alcocer.-

Argenis Gamboa, habló de primera colada

Argenis Gamboa, al presentar libro, habló de primera colada
”Puerto Ordaz no existía, más adelante
comenzaron a ejecutarse varios proyectos”
*Entre estos, “la construcción de las empresas básicas y represas, lo cual permitió el desarrollo de la ciudad”.
*Después la primera colada de acero “comenzaron los trabajos de producción de este material (…) por primera vez se estaba utilizando mineral del cerro Bolívar en Venezuela (…) y luego se fundó Guayana como ciudad”, explicó.
Cristóbal Pierluissi H.
Jose Luis Alcocer
Con motivo de los 50 años de la Primera Colada de acero, el Ing. Argenis Gamboa, ex presidente de Sidor,  estuvo en Ciudad Guayana para presentar el libro “Argenis Gamboa: Pionero Siderúrgico Venezolano”, el cual es la historia viva del desarrollo de las empresas de Guayana recopilada por Jóvito Martínez, economista, hoy fallecido, quien también fue un pionero de la Industria Siderúrgica en la región.
El técnico siderúrgico y también economista, José Luís Alcocer, Coordinador de Unidad Matancera, quien estuvo en el acto, recordó que fue un 9 de julio de 1962 cuando se realizó la primera colada de acero en la Planta Siderúrgica del Orinoco, como también se le conoce tradicionalmente a la empresa; citando las palabras del Presidente Rómulo Betancourt, “estamos dando un paso importante hacia la independencia económica de Venezuela”.
Dijo Alcocer, que “el acontecimiento es tan relevante en la historia de nuestra región, pues también marcó el nacimiento de Puerto Ordaz y de la Corporación Venezolana de Guayana”.
Este libro, fue bautizado el pasado lunes 9 de julio del 2012, a las seis de la tarde en las instalaciones de la librería Latina, ubicada en el Centro Comercial Orinokia. En el evento, estuvieron presentes trabajadores de la industria siderúrgica, además de otras  personalidades representativas de diversos sectores sociales y profesionales de la región.
Entre otros asistentes, se cuentan dos ex presidentes de Sidor ingenieros César Mendoza y Alfredo Rivas Lairet, quienes también jugaron un rol importante en el desarrollo de la empresa, además de los abogados Tello Benítez y Grecia Cabrices (ex sidoristas también) y los trabajadores activos como Francisco Fermín (obrero y abogado) y el propio José Luis Alcocer.
Es importante destacar que el autor, Dr. Jóvito Martínez Guarda, falleció el año pasado, pero dejó un legado en el mundo siderúrgico, además del aporte que significó haber dedicado toda su vida al desarrollo industrial de Guayana donde ocupó importantes cargos en las empresas básicas y también a nivel internacional como en el Instituto Latinoamericano del Hierro y el Acero (ILAFA). Fueron 80 ejemplares que trajeron para la ciudad, los cuales se exhiben y se venden en  la librería Latina de Puerto Ordaz.
Hablar de Argenis Gamboa, es hablar de la industria siderúrgica y del desarrollo de Guayana. Este profesional oriundo del insular Estado Nueva Esparta, fue el primer Ingeniero Metalúrgico de Venezuela, llegó a tierras Guayanesas en 1952 y como el mismo lo apuntó en su intervención,  ”Puerto Ordaz no existía, más adelante comenzaron a ejecutarse varios proyectos, como la construcción de las empresas básicas y represas, lo cual permitió el desarrollo de la ciudad”.
Igualmente ilustró, que después la primera colada de acero comenzaron los trabajos de producción de este material, “por primera vez se estaba utilizando mineral del cerro Bolívar en Venezuela- poco antes había empezado la explotación de ese cerro-, y luego se fundó Guayana como ciudad”, destacó Gamboa.
Por su parte, el Ingeniero César Mendoza, quien también fue Presidente de Sidor, expresó que lo interesante del libro es “que cuenta los inicios de la industria siderúrgica venezolana, a través de la vida del doctor Gamboa quien fue el primer ingeniero metalúrgico que existió en el país”.
“El ingeniero Argenis Gamboa en sus palabras de apertura durante la presentación del libro, agradeció la presencia y apoyo de todas las personas que participaron en este evento, así como los trabajadores actuales de Sidor, quienes también expresaron su admiración por la trayectoria de los pioneros siderúrgicos recreadas en el libro presentado, pues allí se cuenta toda la historia de lo ocurrido desde la primera colada hasta la actualidad, 50 años después”, destacó Alcocer.

Calificó la presentación del libro “Argenis Gamboa: Pionero Siderúrgico Venezolano”, como un acto emotivo en el que los presentes coincidieron que Sidor saldrá adelante pese a las dificultades políticas, de administración, de gerencia y de distorsión ideológica.

Entrevista a Nelson Alcalá (VI)


Entrevista a Nelson Alcalá (VI)

Entrevista a Nelson Alcalá (VI)

Cristóbal Pierluissi
José Luis Alcocer
Nelson Alcalá es un trabajador de Sidor con 25 años en la  empresa, ingreso en el mes de Noviembre de 1988. Es natural de Anaco, Estado Anzoátegui y llego por estos lares en el año 1986, al igual que muchos venezolanos emigró desde su terruño en busca de nuevos horizontes, de aires distintos a los que estaba acostumbrado en su terruño de origen. Con muy poca ropa y con muchas esperanzas arribó a Ciudad Guayana, en una época en que había mucho movimiento, Venalum había arrancado en el año 1978, la expansión y puesta en marcha del plan IV de Sidor estaba en pleno apogeo, en 1979 la planta de Pellas arranco con un horno rotativo y se estaban haciendo pruebas en la Planta de Cal, en 1983 arrancó  la ampliación de Productos Planos.
Nos cuenta Nelson Alcalá que ya su madre y un hermano estaban en Guayana, y una vez instalado en la zona comenzó a buscar trabajo, se internó en ese monstruo que significaba la zona industrial Matanzas, sus pasos lo llevaron a una empresa de nombre Coralum que hacia trabajos en Venalum
Allí estuvo año y medio y después de esa experiencia se acercó a Sidor. Nelson recuerda que el Presidente del sindicato era Víctor Moreno, el Secretario de Organización, Arquímedes Licett y el Secretario de Trabajos y Reclamos era José Milazo. Las diligencias  para conseguir empleo las hizo a través del sindicato, recuerda que las pruebas se presentaban los lunes en unas oficinas ubicadas en Castillito, en esa oportunidad le dijeron, “no peles esta prueba, porque si te raspan tienes que esperar un año”, lo cierto fue que Alcalá aprobó el examen y fue llamado por la empresa, ingresando en Servicios Generales de la Planta de Productos Planos.
El primer trabajo que realizo durante un año y algunos meses fue en la limpieza, su primera herramienta fue una escoba. Nos relata Nelson que en esa oportunidad ingresaron 10 muchachos y  tuvieron que despegar una sala llena de telarañas y luego los asignaron a barrer toda la nave de Productos Planos. Posteriormente, después de año y medio fue asignado como ayudante de línea en Operaciones de la Línea de Preparación de Bobinas, lo cual significó un salto cualitativo en su desarrollo personal. Allí lo ayudó mucho el Ingeniero Delfín Rodríguez. Luego paso a ser Técnico de Operaciones titular con toda la experticia y la responsabilidad que el cargo ameritaba.
Después de haber trabajado en Operaciones, Nelson Alcalá es transferido al área de mantenimiento y entra como mecánico IV, donde tuvo que realizar los módulos correspondientes a la carrera artesanal de mantenimiento, un pensum semejante al de un Técnico Superior Universitario y allí Alcalá se consolida como Técnico Mecánico Hidráulico, cargo que hoy desempeña con mucho orgullo en la Superintendencia de Revestidos y Terminados.
LA PRODUCCION ANTES DE LA PRIVATIZACION.-
Desde su ingreso hasta el momento de la privatización Alcalá considera que la producción era continua, no paraba, siempre había movimiento, el despacho de material se notaba, en el caso de las líneas de estañado electrolítico, se estañaba material y simultáneamente se cromaba en la otra línea de producción.
LUEGO LA PRIVATIZACION.-
Alcalá considera que el mensaje fue muy optimista en los días previos a la privatización, se les decía que como iban a quedar menos trabajadores y se iba a mejorar la producción, los beneficios serian mayores. Sin embargo no fue así del todo, si bien es cierto que se mejoró la producción, particularmente, yo me estanqué, mi calidad de vida  se paralizó, fueron diez años sobreviviendo, el sindicato no actúo como es debido y perdimos beneficios.

DESPUES, EL ESTADO NUEVAMENTE.-
Nelson Alcalá evalúa esta nueva etapa, diciendo que ahora ganan más. Sin embargo tiene temor porque Sidor no esta produciendo como siempre lo fue, ahora esta viendo un cierto desorden, lo cual evita que la empresa sea sustentable, que produzca para pagar su propia nomina y lo que se esta viendo es una dependencia del petróleo y eso es grave porque ante un bajón de los precios el futuro será incierto. Es importante recordar que Sidor en varias oportunidades le pagaba la nómina a las empresas del aluminio.
Actualmente  según Alcalá no se sabe cuanto cuesta producir una tonelada de acero y en cuanto se vende, es muy poca la información que los trabajadores manejan y ni siquiera se sabe cuantos clientes tenemos.
UNA RECOMENDACIÓN AL PRESIDENTE DE SIDOR.-
Con 25 años a cuestas en el mundo siderúrgico, Nelson Alcalá, se atreve a hacerle unas recomendaciones al Presidente de Sidor. Le recomienda que sincere la nomina, lo dice porque no se cumplió lo que se planteó al principio que tenían que entrar los trabajadores que estaban en contacto directo con la producción y después comenzaron a verse personas que nunca habían estado en la empresa y otra cosa es que esta haciendo falta mano de obra calificada y deben atender ese aspecto y el cree que puede resolverse con los hijos de los sidoristas que hay bastante profesionales sin empleo.

Así dejamos a Nelson Alcalá, un sidorista que entro barriendo y hoy es un Técnico Mecánico con una inmensa preparación teórica y practica en la industria siderúrgica.

Juan Valor, trabajador siderurgico


Juan Valor resteado con el proceso, pero a la vez crítico

Juan Valor resteado con el proceso, pero a la vez crítico:
“Parece que a la dirigencia sindical se le olvidó
que lo primordial es la defensa de los trabajadores”
*Tiene 36 años de servicio en Sidor, adonde ingresó a través del convenio de la empresa con el Ince el año 1976 en un entrenamiento de 4 años.
*Considera que la situación actual de la empresa “es bastante delicada porque no se le está exigiendo a los trabajadores que cumplan con sus obligaciones y muchos sindicalistas no orientan y no dicen que así como hay derechos, también hay deberes que cumplir…”
*Al nuevo presidente de la empresa le diría “que ponga orden, que le ponga freno a la corrupción enquistada en Sidor”.
         Cristóbal Pierluissi H.   José Luis Alcocer
            Juan valor es una suerte de símbolo de un sector importante del movimiento de los trabajadores de Sidor, quien no oculta estar resteado con el proceso que a su criterio es liderado por el pensamiento del difunto Presidente Hugo Chávez. Si bien se confiesa como tal, ello no es óbice para  que asuma una actitud crítica frente a algunas políticas y situaciones que vienen arrastrándose   desde el pasado, pero que no tiene justificación en el presente. Al contestar  a nuestro cuestionario  sobre lo que ha sido su trayectoria dentro de la Planta Siderúrgica, la situación de la pionera de las empresas básicas, se atreve exigirle al presidente de la misma que  “ponga orden, que le ponga freno a la corrupción enquistada en Sidor”.
            De Icabarú a la siderúrgica
--¿De qué región del país eres y que tiempo tienes en Sidor?
            -Soy de la Gran Sabana, nací en Icabarú, antiguo Municipio Roscio, hoy en día Municipio Gran Sabana, nací en octubre de 1959 y en Sidor tengo 36 años de servicio, yo ingresé a través del convenio de la empresa con el Ince el año 1976, en un entrenamiento de 4 años, en esa oportunidad me llamaba la atención trabajar en máquinas pesadas, en lo que se refiere a Patrol, payloder  y por eso ingresé a capacitarme.
-Sin embargo, el curso en el cual fui seleccionado fue de máquinas herramientas y por eso me convierto en un operador de tornos, fresas y todas las máquinas de un taller de fabricación, y para que veas esta es una profesión difícil en la que uno no termina de aprender, todos los días tiene que avanzar, salen cosas nuevas. A Sidor ingreso propiamente el año 1980, pero esos años de capacitación también me los reconocen como años de servicio.
Lejos estaba Juan Valor en medio de agrestes paisajes, en uno de los pueblos mineros más antiguos de la región Guayana, que un buen día se enfrentaría a una máquina tan compleja como un torno para contribuir con su esfuerzo y dedicación  con el desarrollo del país en uno de los centros siderúrgicos más importantes de Latinoamérica.
Sincerar nóminas.-  
El experimentado sidorista reflexiona y recuerda que ingresó a Sidor en Laminación en Frío en el departamento de Tornería y Cilindros, luego fue transferido a Taller Central, “en ese tiempo, el sindicato estaba intervenido, cuando se lo intervinieron a Andrés Velásquez y habían aproximadamente 18.000 trabajadores, el tránsito de personas por el portón 2 era impresionante, en esa época al igual que ahora también se metía la política en estos ámbitos, también se veían personas que no trabajaban en Sidor y cobran por la nómina,  así como se dice ahora que presuntamente hay personas privadas de libertad que cobran por Sidor que fue una de las cosas que descubrió el General Presidente que recién se fue, Justo Noguera”.
-¿Cómo evalúas la situación laboral actualmente?
-Es bastante delicada, porque no se le está exigiendo a los trabajadores que cumplan con sus obligaciones y muchos sindicalistas no orientan y no dicen que así como hay derechos, también hay deberes que cumplir y por otra parte se nota un desorden en la empresa en el ingreso de la gente, porque debe existir un organigrama que le permita definir el personal que realmente necesita y de cual profesión requiere porque después ingresa personas que no están capacitadas para los cargos que necesita y se presenta el desequilibrio de exceso de personal que no encuentra donde colocarlos. Por eso hoy vemos enquistados en Sidor uno de los mayores focos de corrupción al tener más de dos mil trabajadores que cobran sin trabajar y ese es un fenómeno que se está viendo no solamente en Sidor, sino en el resto de las empresas de Guayana.
10 años de humillación
-¿Como evalúas los 10 años de privatización en la empresa Sidor?
Juan Valor no vacila y es muy vehemente al afirmar:
-Esa fue la más aberrante humillación y explotación a que fuimos sometidos los trabajadores venezolanos y lo lamentable es que contaron con el aval del gobierno nacional, yo soy revolucionario, me identifico con el proceso que lideriza el pensamiento del Presidente Chávez, pero no puedo callar lo que afectó a miles de sidoristas, fíjate. ¿Cómo es posible que este señor Iván Hernández que era representante del gobierno en la junta Directiva de Sidor cuando la Trasnacional Ternium, ahora lo premien con cargos en Ferrominera y otras empresas?
- Allí hubo una violación inclusive de nuestra soberanía, porque en otro país quien vaya tiene que acogerse a las leyes de esos países, aquí vinieron los argentinos, brasileros, mejicanos y violaron las leyes , hicieron lo que les dio la gana con 10.000  trabajadores que estaban en el portón 4, yo tuve que ir a Caracas y me entrevisté con el Vicepresidente Carrizales, con Müller Rojas, con el Ministro del Trabajo, Roberto Hernández, para denunciar los atropellos y así fue que el presidente Chávez tomó la decisión de nacionalizar Sidor .  Yo mismo tengo una medida cautelar de presentación cada 45 días, parece que a la dirigencia sindical se le olvidó que lo primordial es la defensa de los trabajadores.
Coto a la corrupción.- 
La condición de “revolucionario comprometido con el proceso”, como el mismo se define, no le resta independencia a Valor para cuestionar situaciones para él inaceptables en la Planta, sobre todo lo que tiene que ver con  la parte ética, c se deja ver ante nuestra pregunta final.
-Si tuvieras que hacerle una recomendación al Presidente de Sidor. ¿qué le dirías?
-Que ponga orden, que le ponga freno a la corrupción enquistada en Sidor.
Así dejamos a Juan Valor, un trabajador de 36 años de servicio en la Planta Siderúrgica, Sidor.
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Felix Perez, un soldador con clase.-


Félix Pérez, trabajador siderúrgico (IV)

Félix Pérez, trabajador siderúrgico (IV)

“Sidor se va a recuperar”

*En lo que respecta a los trabajadores, nuestra parte está garantizada, esperamos por la voluntad del gobierno.
*Exigimos que el pago de nuestras acciones Clase B sea igual como se las pagaron a los argentinos, porque esas acciones no son chapas de refresco, sino fruto de nuestro trabajo y nuestro ahorro familiar - asienta enfático Félix Pérez.
         Cristóbal Pierluissi H.
            José Luis Alcocer
En reiteradas oportunidades, se ha dicho, y con sobrado fundamento, que “Sidor es una escuela”, que es  “una universidad”. Pero si bien se trata de una afirmación con respaldo en la trayectoria de más de 50 años de nuestra principal y primera siderúrgica nacional, esto cobra más fuerza y veracidad, cuando proviene de uno de sus protagonistas, con 34 años de servicio, como es el caso de Félix Pérez, quien hoy, en vísperas de cumplirse (mañana 9 de julio) del 51 Aniversario de la primera colada de acero, instituido como el Día Nacional del Trabajador Siderúrgico.
           
El ingreso a Sidor
-¿De qué parte del país es y qué tiempo tiene en Sidor?
-Soy de Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui y tengo 34 años laborando en nuestra querida planta siderúrgica –responde el experimentado sidorista.
-Antes de ingresar a Sidor, ¿Qué referencias tenía de la empresa y de la región Guayana?
-Yo me vine a los 5 años de edad a Ciudad Guayana y por lo tanto ya tenía conciencia de la existencia de Sidor y sabía lo que estaba ocurriendo, ingresé al INCE en los cursos que allí se daban específicamente en la especialidad de soldadura.
“Sidor es una gran escuela”
-Eso significa que cuando ingresó a la empresa tenía una capacitación previa. ¿Cómo fue eso?
-Estaba cursando el bachillerato y me enteré que estaban dando unos cursos en el Ince en Convenio con Sidor y había la oportunidad de ingresar como artesano, busqué la información, presenté la prueba de admisión y comencé con el curso.

“Aquí se aprende o aprende”
-¿En qué año hizo el curso en el Ince?
Félix hace memoria y responde con un dejo de nostalgia por sus años de mozo: “En 1979 ingresé al Ince, eran unos cursos muy buenos, allí aprendí el arte que hoy desempeño”.
-Después que culminó tu capacitación e ingresara a Sidor, ¿Cuál fue su primer cargo y en que gerencia trabajó?
-Mi primer cargo fue de Soldador Inicial y comencé a trabajar en la Gerencia de Taller Central, en mantenimiento. Hice todo el recorrido de los planes de carrera como soldador y actualmente trabajo en el Taller Zonal de Planos en Frío como Técnico de Metales, para eso tuve que hacer unos cuantos cursos, como treinta  para lograr la clasificación superior. Sidor es una gran escuela, yo diría que la mejor Universidad del país. Aquí se aprende o se aprende, no queda de otra –expresa de manera determinante.
-¿Cómo eran las relaciones con los compañeros de trabajo y cuáles eran las áreas que atendían?
-Las relaciones con los compañeros de trabajo era de mucha solidaridad, el ambiente de trabajo era bastante fuerte y eso quizás aumentaba ese compañerismo. Las áreas que atendíamos eran toda la planta, las acerías, planta de arrabio, planta de cal, HyL I-II, planta de pellas. Sí, sí, toda la planta. Las  plantas del plan IV estaban en proceso de arranque.
-¿A quiénes recuerda de los compañeros de trabajo que se iniciaron con usted?
-Recuerdo a Héctor Marcano, Brazón que todavía está en Sidor, Juan Valor y Nerio Fuentes que también están en Sidor y han tenido trayectoria sindical en la planta.
            Normas de seguridad
-¿Cómo veía la actuación del sindicato en ese tiempo?
-En ese tiempo la lucha con la empresa era más frontal, la dirigencia sindical era combativa, daba la pelea, siempre buscando el beneficio social y económico para el trabajador.
-Con respecto a las normas de seguridad, ¿Qué nos puede decir?
-Bueno, imagínate, en ese tiempo las normas de seguridad eran muy pocas las que se aplicaban, prevalecía más el sentido común que una normativa laboral, eso fue evolucionando con el tiempo, la lucha de los propios trabajadores para protegerse influyó mucho, el ambiente en la siderúrgica siempre ha sido fuerte y en esa época mucho más porque la tecnología no contemplaba algunas protecciones como las que hay hoy en día, por ejemplo las cabinas antisónicas, la protección de mascarillas y demás Equipos de Protección Personal como los protectores auditivos.
“Tampoco teníamos uniformes, se utilizaban bragas y muchas veces las bragas teníamos que cambiarlas constantemente. Por lo menos hoy hasta delegados de prevención se eligen, que es una figura de mucha importancia y de peso en la planta y en cualquier empresa de envergadura,  y hay un seguimiento más técnico a las condiciones inseguras y los actos inseguros y además tenemos leyes como la Lopcymat (Ley Orgánica de Protección Condiciones y Medio Ambiente en el Trabajo)  que sirven de referencia para proteger al trabajador”, afirma.

“Privatización con cambio”
-Cuando la empresa es privatizada. ¿Cómo sintió ese cambio, como fue la actuación de los argentinos?
-Bueno, realmente si hubo un cambio, pero como uno viene es a trabajar y a cumplir con las normas, yo continúe haciendo mi trabajo como siempre, con mucho entusiasmo. Sin embargo, aun cuando aumentamos la producción y los precios del acero mejoraron, los trabajadores comenzamos a sentirnos mal porque veíamos que nuestros esfuerzos no eran compensados, los nuevos patronos no actuaron en correspondencia con los trabajadores y por eso paso lo que pasó.
            “Menos mal, que antes de privatizar a la planta se consiguió esa ley especial que permitió la participación de los trabajadores como accionistas (Clase B) con el 20 por ciento del capital social de la empresa, que  nos permitía recibir ´periódicamente dividendos, pero como socios, según el Código de Comercio, que ahora nos adeudan y no han vuelto a cancelar, en este caso por el Estado socio mayoritario,   así como tampoco se define la suerte y el precio de nuestras acciones, que exigimos sea igual como se las pagaron a los argentinos, porque esas acciones no son chapas de refresco, sino fruto de nuestro trabajo y nuestro ahorro familiar”, asienta enfático Félix Pérez.

“Soy optimista”
-Ahora bien, nuevamente Sidor pasó a manos del estado. ¿Por qué cree que ha bajado la producción?

-Mira, los argentinos invirtieron en muchas cosas y en algunas áreas, pero también le sacaron el juguito a los equipos y cuando se fueron eso quedó allí, latente, y ahora necesitamos que se hagan inversiones en las máquinas, en la compra de insumos y herramientas, en eso que los trabajadores y los técnicos llamamos adecuación tecnológica, que es un planteamiento de los compañeros trabajadores en el resto de las empresas básicas de Guayana; se están haciendo algunas inversiones pero no han sido suficientes. Sin embargo yo soy optimista, Sidor se va a recuperar. En lo que respecta a los trabajadores, nuestra parte está garantizada, esperamos por la voluntad del gobierno. 

            “Mantener el empuje”
-Si tuviera que hacerle una sugerencia al nuevo Presidente de la empresa. ¿Qué le diría?
-Le diría que mantenga el empuje que ha demostrado, que no decaiga, Sidor necesita de alguien que ponga orden y se preocupe por impulsar las inversiones y por atender los reclamos de los trabajadores, allí tenemos el contrato colectivo y el pago de los pasivos laborales.
-Una reflexión final…
-A mis compañeros les digo, el país espera por nosotros, no podemos fallarle, tenemos que echar pálante.
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jueves, 30 de enero de 2014

PEDRO CARPINTERO, Tecnico Siderurgico.-


Pedro Carpintero, técnico de Acería de Planchones de SIDOR


Pedro Carpintero, técnico de Acería de Planchones
“Yo abogo por que se rescate el respeto
entre los trabajadores y el del patrono”

“Se ha perdido un poco la disciplina que siempre habíamos mantenido, lo mandos medios se sienten atemorizados porque hay grupos sindicales que arremeten en contra de los supervisores y como cuentan con el aval del gobierno, se saltan los canales regulares y toman justicia por sus propias manos y eso ha influido en el ánimo de la gente”, asienta.
“En cuanto a la producción  ha venido decayendo, estamos a menos de un 50% de la capacidad instalada y eso es algo que queremos impulsar…”, sostiene el técnico sidorista.

         Cristóbal Pierluissi H.
            José Luis Alcocer
            Pedro Carpintero es un trabajador que pudiéramos ubicar dentro de esa generación intermedia de sidoristas. Tiene 28 años en la Planta Siderúrgica del Orinoco, desde que un día, como muchos sucrenses y orientales en general lo hicieron desde los inicios de la empresa,  decidió emigrar de su natal Cumanacoa, la tierra del cacao, la caña de azúcar y el estribillo, “buscando nuevos aires y horizontes”, como el mismo lo afirma.
Sin dejar de cumplir cabalmente como desde el primer día con sus obligaciones laborales, quien se desempeña como Técnico de Manejo en la Acería de Planchones, también forma parte de esos nuevos cuadros del sindicalismo matancero. Se confiesa cristiano militante y no olvida de quienes le ayudaron a entrar hace 28 años a la planta.
            Pedro Carpintero se convierte en nuestro tercer entrevistado como parte de la serie “La historia de SIDOR contada por sus protagonistas”. Al responder a nuestro cuestionario, cuenta de cómo se cumple su sueño de pasar de pintor a operar una computadora. Pasa revista a las distintas etapas de la empresa y habla, con ese humor típico de los orientales, de “duros tiempos” (cuando los argentinos), en que a los sidoristas los llamaban los 4X4. “Trabajamos y trabajábamos y siempre sacábamos cuatro mil bolívares, en vacaciones, en utilidades, en prestaciones, en todo, donde percibíamos un poco más era cuando cobrábamos las acciones clase B que fue una de las cosas positivas que teníamos”.
            Atribuye, entre otras razones, la caída de producción, a falta de insumos, repuestos y herramientas. “La información que tenemos es que no hay presupuesto”. Y como trabajador y pastor evangélico que es, le dice a las nuevas generaciones  de sidoristas que “sean responsables, que cumplan con su trabajo, el que cumple con su trabajo cumple con Dios, con su familia, con el país”.

            Sueño hecho realidad
            -¿Qué tiempo tienes en Sidor y donde laboras?
-Tengo 28 años de servicios y laboro en la Aceria de Planchones donde me desempeño como Técnico de Manejo.
            -¿De qué parte del país eres?
-Yo vengo de Cumanacoa, en un pueblito que se llama La Pragua,  Estado Sucre, allí transcurrió mi infancia, vengo de una familia humilde de campesinos orientales y por cuestiones de fuentes de trabajo y buscando nuevos aires y nuevos horizontes me trasladé a Ciudad Guayana donde después de muchas diligencias conseguí enrolarme como trabajador de Sidor.

-Cuando estabas en el Estado Sucre. ¿Qué información tenias de Sidor, cuál era tu expectativa, que referencia tenías de la zona del hierro?
Pedro piensa, mientras se pasa la mano por su frente, como sintiendo nostalgia de su terruño y añorando las vituallas y los sancochos de corocoro.
-Bueno, allá en Sucre había pocas plazas de trabajo, salvo algunos chances en la construcción, allá me llegaba información de un hermano que ya estaba trabajado en el muelle de Sidor y un buen día tomé la decisión de venir a Guayana pensando que podría pasar unos cinco años por estas tierras. Pasé aproximadamente un año y medio buscando trabajo y gracias a Dios pude ingresar a la siderúrgica, recuerdo que en empleo estaba el señor Alfonso Puertas, quien es paisano de Cumanacoa, nos conocimos y me ayudó mucho y hoy ya tengo 28 años y vine solo por cinco años.

-¿Cuál fue tu primer cargo en Sidor y como ha sido el desarrollo de tu carrera en la planta?

-Bueno, mi primer cargo fue de obrero y después me clasificaron a pintor y siendo pintor yo veía a un compañero sentado frente a una computadora y le decía a Dios, porque soy cristiano, soy creyente, yo le decía, mi Dios yo también quiero sentarme frente a esa computadora, pero no quería que a mi compañero lo despidieran o que le hicieran algo malo y yo le oraba mucho al Señor y vea como son las cosas, un supervisor metió la renuncia y al compañero que manejaba la computadora lo ascendieron al cargo y a mí, que era un obrero, me llamaron a ocupar el cargo que tenia el compañero frente a la computadora.

Responsabilidad y disciplina
-¿Qué crees tú que prevaleció para que te designaran para el cargo nuevo...?
-Mira para mi fue una sorpresa, porque había mucha gente con más tiempo y más experiencia,  creo que lo fundamental fue la ayuda de Dios, pero también porque yo era muy responsable, llegaba temprano a mi trabajo, no faltaba, yo estaba en el sitio de trabajo a las 7:00 AM, a las 3: PM y a las 11: PM (las horas de inicio de los turnos en Sidor), por eso siempre digo que la responsabilidad es muy importante en la vida.
           
-En ese tiempo Sidor era administrada por el Estado. ¿Cómo percibes esa primera etapa que Sidor era gerenciada por el gobierno nacional? ¿Cómo era el comportamiento de la gente, de los supervisores, de los gerentes?

-Oye, había mucha disciplina, había respeto entre los compañeros de trabajo, con los supervisores, los jefes de sector, los trabajadores siempre fuimos cumplidores, los permisos los solicitábamos con anticipación, tratábamos de cumplir con las normas. Los resultados era que en los patios se veía la producción y eso que éramos como 20.000 trabajadores, se veían los apilamientos, de planchones, de palanquillas, de cabillas, incluso yo tenía que moverme a cubrir algunas emergencias por la necesidad de hacer los despachos y hasta horas extras teníamos que hacer porque había mucha producción.

La llegada de los argentinos
-Después que llegaron los argentinos. ¿Cómo fue la conducta de los trabajadores, cómo fue el comportamiento desde el punto de vista de la producción y de la responsabilidad como trabajadores?

-Con los argentinos hubo muchos enfrentamientos y ellos eran muy exigentes en cuanto a las fallas técnicas que pudieran ocurrir, cuando ocurría una falla el personal daba una explicación para así tomar los correctivos y procurar que no volviera a repetirse. Ahora bien, los trabajadores continuamos con nuestra disciplina y continuamos cumpliendo con nuestra responsabilidad aun cuando las exigencias eran cada vez mayores. Los argentinos siempre estaban empeñados en reducir los tiempos de trabajo y cuando no se cumplía en el tiempo teníamos que dar explicaciones.
            Los 4x4
-Con respecto a la actitud de los nuevos patronos, en esa oportunidad. ¿Cómo fue su comportamiento? Me refiero al cumplimiento del contrato colectivo y de los beneficios de los trabajadores.
           
-Ah bueno, allí si es verdad que eran duros, en ese tiempo nos llamaban los 4X4, trabajamos y trabajábamos y siempre sacábamos cuatro mil bolívares, en vacaciones, en utilidades, en prestaciones, en todo, donde percibíamos un poco más, era cuando cobrábamos las acciones clase B que fue una de las cosas positivas que teníamos.
-Por eso vino el conflicto en la discusión del contrato colectivo en el 2008, los argentinos no aceptaron las peticiones de los trabajadores y es cuando el gobierno decide nacionalizar, y después los argentinos ofrecieron más de lo que solicitábamos, pero era demasiado tarde.
           
La reestatización
 -Después que el Estado asume nuevamente la conducción de la empresa bajo la consigna de “ahora los trabajadores vamos a gobernar”, ¿cómo consideras que se está desarrollando la situación en la Siderúrgica, particularmente en dos aspectos, la disciplina y la producción?

-Bueno, allí hay una falla, porque se ha perdido un poco la disciplina que siempre habíamos mantenido, lo mandos medios se sienten atemorizados porque hay grupos sindicales que arremeten en contra de los supervisores y como cuentan con el aval del gobierno, se saltan los canales regulares y toman justicia por sus propias manos y eso ha influido en el ánimo de la gente.
Carpintero es determinante en cuanto a este aspecto de las relaciones laborales y a continuación expresa:
 “Yo abogo por que se rescate el respeto entre los trabajadores, que si los trabajadores cumplimos se nos respete y si hay alguna falta por cualquier lado, por el patrono o por quien sea, allí están las leyes”.
-En cuanto a la producción –completa su respuesta-  ha venido decayendo, estamos a menos de un 50% de la capacidad instalada y eso es algo que queremos impulsar porque el objetivo de toda empresa es producir para poder subsistir, lo que exigimos los sidoristas es que sea en las mejores condiciones laborales.

-¿A qué atribuyes la baja en la producción?

-Eso es sencillo y esta a la vista, falta de insumos, repuestos y herramientas, la información que tenemos es que no hay presupuesto.
            Cumplir con Dios
Un consejo a las nuevas generaciones…
-Yo como pastor evangélico y como trabajador les digo que sean responsables, que cumplan con su trabajo, el que cumple con su trabajo cumple con Dios, con su familia, con el país.
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Blas Martinez, trabajador sidorista.-


ENTREVISTA A BLAS MARTINEZ, TRABAJADOR DE SIDOR.- (II)



Especial Cristobal Pierluissi
               José Luis Alcocer

Blas Martinez se desempeña como chofer expedidor en el Taller Zonal del Laminador en Caliente de Sidor. 33 años en la empresa.

¿De que parte del país eres?
Yo soy guayanés, de Guasipati. A los 17 años me vine a San Félix, buscando la vida como decimos en mí pueblo, después me mude a Puerto Ordaz y hoy estoy aquí, con 33 años trabajando en Sidor.

Blas, ¿Cómo tú percibías a Sidor antes de trabajar en esta empresa? ¿Qué expectativas tenias al respecto?
Nuestro entrevistado, piensa y rememora años atrás cuando quizás en la tranquilidad de su hogar o en alguna calle de San Félix pensaba en un futuro con calidad de vida y con un país de oportunidades.
Antes de trabajar en Sidor, yo escuchaba a la gente decir que trabajar en Sidor era muy duro, aquí se reporto un hermano mío después otros tres mas, habíamos cuatro hermanos trabajando, de los cuales quedo yo solamente, por eso puedo decir que trabajé en la Sidor antes, Sidor después y Sidor ahora. En la Sidor antes cuando yo entré habían 20.000 trabajadores y como que habían menos problemas o era que se resolvían con mas rapidez y  discutían todos los contratos colectivos. Después privatizaron la empresa y quedamos cinco mil cuatrocientos trabajadores.

¿Cómo evalúas el desempeño de la empresa, de sus trabajadores  en la Sidor privatizada, respecto a la Sidor cuando la manejaba el estado en su primera etapa?

En la primera etapa de Sidor cuando era el gobierno que la administraba, aquí la orden era producir y producir y se mantenía la disciplina y el trabajador como que era mas responsable, no se veían esas fulanas comisiones de servicio como se ven ahora.
Yo llegue por primera vez a Sidor aquí mismo en el Laminador en caliente y siempre he estado aquí,  en ese tiempo cuando decían vamos a barrer, todos barríamos, si decían vamos a pintar, todos pintábamos. Recuerdo que había enfrentamientos del sindicato con los supervisores y gerentes, pero se llegaban a acuerdos o se tomaban las medidas del caso. Lo cierto es que el sindicato logro ganarse el respeto y los trabajadores respaldábamos a los dirigentes y también en el área de trabajo cumplíamos con nuestras obligaciones. Con la Sidor privatizada los trabajadores continuamos con nuestra misma mística y con nuestro afán de producir, nosotros siempre hemos mantenido que estamos en la siderúrgica para producir en las mejores condiciones, procurando que no nos afecte nuestra salud y al mismo tiempo exigimos que se nos pague los justo, ni medio mas , pero tampoco de menos y eso fue lo que paso con los argentinos, abusaron de nuestra nobleza, nos cansamos de romper récords de producción y nunca vimos esos resultados reflejados en los bolsillos, por eso apoyamos que el estado recuperara la empresa.
 Y actualmente cuando Sidor vuelve a manos del Estado. ¿Cómo es el desempeño de los trabajadores y de la Gerencia de la empresa?
Actualmente tenemos muchos problemas, se ha perdido la disciplina y yo creo que eso proviene de la falta de Gerencia, hay normas básicas que se tienen que cumplir, pero aquí parece que hay personas que se les permite hacer lo que les da la gana solamente porque pertenecen a un partido político. Es lamentable que no haya implementos de seguridad, que falten herramientas y eso no depende de los trabajadores, depende de quienes manejan la empresa. Y mira, yo le hago un llamado a los trabajadores, a los entes, a los jefes que tenemos que volver a la disciplina porque una empresa sin disciplina es como un barco a la deriva y lo que produce es problemas y así no vamos a tener nada, ni empresa ni nada y esto afecta a nuestras familias, a todo el mundo.

¿Cómo impactó  en los trabajadores el cambio que significo la privatización?

Cuando se realizo el cambio de patrono y vinieron los argentinos la cosa fue dura, todo el mundo sabe que tuvimos choques fuertes y sin embargo continuamos con nuestro ritmo, producíamos y producíamos, y esto nos llevo a muchos paros y a dos huelgas importantes, una en el 2001 que duro 21 días y después otra en el 2004 de 23 días y eso porque las relaciones con los argentinos eran muy malas, porque nosotros cumplíamos con las metas, pero los argentinos eran mezquinos y no nos reconocían nuestros esfuerzos. Por eso le doy gracias a Dios que nacionalizamos la empresa nuevamente y eso fue en Abril del 2008 cuando el comandante Presidente nacionalizo nuevamente a Sidor y dijo que se las jugaba con los trabajadores y sin embargo no ha sido así  porque nosotros pensábamos que los trabajadores  íbamos a dirigir la empresa pero no ha sido así, esto lo que se ha convertido es en una pelea de grupos por el poder, por lo cargos y usted ve que todos los días protestan a un gerente, que si el Presidente no sirve y así no se resuelven las cosas.

En cuanto a la dirección de la empresa desde el punto de vista gerencial y la repuesta que debe dar la alta Gerencia. ¿Cómo funciona eso?
Mira, ahorita los problemas son tan graves, que no hay ni siquiera papel higiénico, no hay implemento de seguridad, no hay repuestos, se paralizan las líneas de producción por falta de insumos, lo que uno ve es que la Junta directiva no se preocupa por lo que ocurre en las áreas de producción. Date cuenta que últimamente lo que se hace es remendar las cosas, los trabajadores somos muy creativos y a veces ponemos a funcionar los equipos con puro ingenio porque no hay repuestos y tenemos que reciclar o inventar, y lo mas grave que uno no encuentra a quien acudir, a quien reclamar  o a quien hacerle una exigencia, primera vez que yo veo esto en Sidor, que uno no sepa quienes son los de la junta Directiva, igual que los directores laborales que uno no sabe que hacen.

Si tuvieras que recomendarle algo al presidente de Sidor para mejorar el desempeño de la empresa. ¿Qué le dirías?
Bueno yo, a ese General Justo Noguera  Presidente de Sidor yo le daría un voto de confianza, porque  no estoy de acuerdo en eso de que todos los días se protesta y se pide la renuncia de quien este allí, lo que si le diría es que tome en cuenta a los que saben de producción, de mantenimiento y de laminación que los hay bastante aquí y que elimine lo que se viene aplicando que es lo del amiguismo.

Un consejo a las nuevas generaciones...

El consejo que les doy todos los días a los muchachos es que trabajen y cuiden la empresa, que se preparen, que estudien, que si no tenemos empresa no tenemos nada.



Así nos despedimos de Blas Martínez, un trabajador siderúrgico de 33 años de antigüedad, quien también fue delegado sindical durante 4 periodos y que el mismo se califica como de invicto porque nunca fue derrotado y actualmente es miembro de la Comisión Contralora de Sutiss.

miércoles, 29 de enero de 2014

El maestro Luis farreras.



Luís Farreras: “Todo lo que tengo se lo debo
a Dios que me permitió trabajar en Sidor”


“Sidor es una gran Universidad, el que ha trabajado en ella
 puede trabajar en cualquier parte del mundo”, expresa el bolivarense con 38 años en la siderúrgica


                              Cristóbal Pierluissi H.
                              José Luis Alcocer
                                                           El “Maestro Farreras”, como cariñosamente le llaman sus compañeros de trabajo, a lo largo de 38 años de servicios en la Planta Siderúrgica del Orinoco “Alfredo Maneiro”, quien hoy aguarda por su merecida jubilación,  relata lo que fueron sus inicios en la industria, lo que ha sido toda una vida, el logro de trabajar en la empresa más grande de la región y una de las más grandes del país…Ese antes como empresa del Estado, luego la etapa de la privatización, en manos de la transnacional Ternium y finalmente,  ahora en los últimos años, nuevamente en manos del Estado Venezolano.
                              Se revela en Don Luís Farreras, su identidad con la empresa que le abrió las puertas en 1974  y a partir de entonces lo capacitó para el trabajo de ejecución, hasta llegar a funciones supervisorias en la Superintendencia de Servicios Generales, y que con respeto y afecto sus compañeros le llamen cariñosamente como el Maestro Farreras.
                              Este es el primer diálogo, con un sidorista, es fruto de una propuesta del trabajador y dirigente siderúrgico, el también economista y profesor universitario, José Luís Alcocer, con miras a recoger esas vivencias e historia de la pionera de la industria el acero en Venezuela, contada por sus protagonistas, entre quienes, sin duda alguna, también se cuentan él y los demás integrantes del equipo de Unidad Matancera...
                              Ingreso y trayectoria en Sidor.-  
                              -¿Cuál es su región de Origen?

                              -Nací en Ciudad Bolívar, mi infancia transcurrió entre la Avenida República y  la populosa Barriada de La Sabanita.

                              -¿Antes de ingresar a Sidor, como veía usted la empresa, que opinión se había formado desde fuera?
                              -Que era la empresa más grande de la región y generaba muchos  puestos de trabajo, por eso me fijé como una meta trabajar en Sidor, era como un prestigio trabajar en la Siderúrgica, siempre me imaginé los procesos complejos y de peligro dentro de la planta.
                              El maestro Farreras, como cariñosamente lo llaman muchos compañeros, rememora y manifiesta con mucho orgullo como fueron sus primeras diligencias en la búsqueda de la información para ingresar a trabajar.
                              Cuenta como fue el examen de admisión y su tiempo de aprendiz, y la etapa en el INCE de la ciudad de Cumanà donde lo envió la empresa junto a otro grupo de jóvenes emprendedores, ávidos de conocimientos para formarse en el área de refrigeración y aire acondicionado. “Eso fue en el año 1975”, recuerda Don Luis, era la época del “pleno empleo y de la gran Venezuela”.
                              “Yo había ingresado a Sidor un 15 de Enero de 1974, me inicié en el departamento de refrigeración y aire acondicionado dependiente de la Superintendencia de Servicios Generales. Siempre he trabajado allí. Sin embargo, me jacto de conocer toda la planta porque nosotros atendemos requerimientos del más mínimo hueco de Sidor”, puntualiza Farreras.

                              -¿Cuáles han sido sus cargos en sus años de servicio?

                              -Yo me inicié como aprendiz, luego me incorporé a los planes de carrera que adelantaba la empresa y pasé al cargo de Mecánico Inicial, luego Mecánico Intermedio, Mecánico Superior, Mecánico Mayor. Después de todos estos cargos, que se pueden considera de ejecución, pasé a Especialista de Instalación, el cual es un cargo con características mucho más técnico, de estudio y de investigación, y finalmente como Supervisor. Como puedes ver, toda una carrera de formación, de aprendizaje, fueron muchos los cursos a los que asistí, en Sidor siempre hubo preocupación por la preparación y formación del personal.
                             
                              Trabajo de calidad.-                               
                              -¿Cómo considera Ud. que se manejaba la empresa antes de la privatización, me refiero al nivel gerencial y supervisorio  por una parte y al compromiso de los trabajadores por otra?
                              -Antes de la privatización había mucha disciplina, aún cuando la empresa la manejaba el estado, los niveles jerárquicos mantenían un respeto entre si, cuando había un desliz por parte de los supervisores enseguida acudíamos al sindicato, fueron muchos los enfrentamientos que nos tocó vivir, sin embargo las cosas se resolvían.
                              -¿Y el sindicato se preocupaba, actuaba?
                              -Si, por lo general siempre era así. Los Matanceros siempre listos, como los boy scout (risas)
                              -Y el trabajador se hacía respetar…
                              -Evidentemente. Y el patrono respetaba.
.                             -¿Qué tal en cuanto a la mística y la calidad en el trabajo realizado, entonces?
                              -Entonces, para los trabajadores era como un código de honor que los trabajos que realizábamos fueran de calidad, logramos desarrollar un conocimiento excepcional, Sidor es una gran Universidad, el que ha trabajado en Sidor puede trabajar en cualquier parte del mundo, los gerentes y técnicos de las empresas del aluminio salieron de Sidor.
                              Lamentablemente, dependíamos de decisiones del gobierno, que algunas veces se ejecutaban y otras no, me refiero a las inversiones y adecuaciones tecnológicas y eso nos llevó a disminuir la capacidad de producción.


                              -Alguna anécdota o vivencia que Ud. recuerde en el tiempo que tiene trabajando en Sidor.

                              -Son muchas vivencias, pero hay una que me dejó marcado, porque lo sentí en carne propia y fue cuando estábamos discutiendo la Convención Colectiva el año 2008, teníamos 17 meses y la Trasnacional Ternium se mostraba prepotente, guapa y apoyada, por eso decidimos salir a la calle a protestar, y el 14 de marzo del 2008 fuimos apaleados por la Guardia Nacional y por la policía del Estado Bolívar, de esa memorable jornada todavía 53 compañeros trabajadores tienen un juicio abierto, destruyeron 57 carros de los sidoristas y nadie respondió por eso.
                              -Igualmente, recuerdo los primeros comedores en Sidor, eran los comedores de nutrición, eso era casi un espectáculo, no muy bueno, pero nos sirve para evaluar los avances que hemos tenido, porque en ese tiempo usábamos los vasitos de café partidos por la mitad para tomar la sopa y tampoco había cubiertos.

                              Innegable, con Ternium
                              aumentó la producción
                               -¿Cómo impactó en Ud. el cambio que significó el proceso de privatización?

                              -Cuando llegaron los argentinos, se nos dijo que la cosa no estaba muy buena porque tenían que hacer inversiones y los precios del acero estaban bajos. Se nos pidió hacer sacrificios y nosotros asumimos el reto. Sin embargo, la empresa no recompensó ese esfuerzo, no nos reconoció con beneficios todo lo que hicimos, los salarios eran bajísimos y esto nos llevó a realizar exigencias para mejorar nuestra calidad de vida, muchos profesionales jóvenes que ingresaban no tenían posibilidad de comprar una casa y eso era inaceptable en una empresa de la envergadura de Sidor.
                               -¿Cuáles cambios considera Ud. que se dieron durante el tiempo en que la trasnacional Ternium manejó a Sidor?
                              -Se dieron cambios importantes, de las cosas positivas fue que se capacitó la gente y se hicieron las adecuaciones tecnológicas de muchos equipos, se le dio importancia a la repuesta rápida de suministro de repuestos y se reorganizaron los departamentos para hacerlos más fluidos. Sin embargo, también aprovecharon esta reorganización para aumentar la carga de trabajo a la gente y eso fue motivo de muchos conflictos.
                              -En definitiva, ocurrió algo innegable, se aumento la producción.

                              Desorden y politización.-  
                              -En esta nueva etapa cuando Sidor vuelve a manos del Estado Venezolano. ¿Cómo lo evalúa desde su punto de vista como trabajador y también respecto al funcionamiento de la empresa?
                              -Después de la vuelta de la empresa a manos del estado, avanzamos desde el punto de vista social, se mejoraron los salarios. Sin embargo hemos tenido un retroceso en otros aspectos, ha comenzado a fallar el HCM, la cláusula escolar, los equipos se están deteriorando por falta de inversión, no hay repuestos ni insumos, la producción se ha venido a menos porque hay muchas deudas con los proveedores y lo que vemos es un desorden administrativo, se ha partidizado mucho la gestión gerencial. Y todavía esperamos porque se discuta y apruebe nuestra nueva convención colectiva de trabajo que está vencida desde hace tiempo…
                               -¿A que le atribuye el decrecimiento de la producción y la productividad?

                              -En los últimos años la gestión a nivel de la dirección de la empresa ha sido muy mala, el gobierno envió  gente que no conoce el mundo siderúrgico y por supuesto las decisiones no han sido las más acertadas y lo más grave es que se le ha dado más importancia a lo político que a lo técnico y a la producción.
                               -Un consejo a las nuevas generaciones…

                              -Que se preparen, que estudien, que se identifiquen más con la empresa, que usen la política para cosas creativas y positivas, por ejemplo deben rechazar aquellos que están en comisión de servicio, es decir, cobran sin trabajar sin ningún beneficio para los trabajadores.
                               El Maestro Farreras, actualmente sigue en el mismo departamento de Servicios Generales y está a la espera de la jubilación. Después de 38 años de servicios y de haber dado toda una vida por el desarrollo del país es lo menos que puede esperar, concluye diciendo: “Todo lo que tengo se lo debo a Dios que me permitió trabajar todo este tiempo en Sidor”.
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